Si ves un anuncio de McDonald’s, lo normal es que se te haga la boca agua, que quieras esa hamburguesa enorme que tan deliciosamente te la pintan.
Claro que cuando vas al restaurante, pides una del anuncio y te presentan lo que te presentan… ¿a quién no se le quitan las ganas? Hoy en Qué! Consumo te mostramos las pruebas.