Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) tratarán de acercar sus posturas respecto al tope del precio del gas en su reunión extraordinaria de este martes, a la que llegan divididos entre quienes consideran este mecanismo de corrección una herramienta útil pero insuficiente, como es el caso de España, y aquellos que lo ven como un riesgo para el suministro.
En el primer bloque se encuentran los 15 países que solicitaron a la Comisión Europea una propuesta para limitar el precio de las compras de gas en la Unión Europea (UE), entre ellos España, aunque la consideran, por el momento, insuficiente, y aquellos como Alemania o Países Bajos, que consideran que intervenir en el mercado puede poner en peligro la garantía de suministros para el invierno.
Aunque la propuesta inicial de la Comisión ha sufrido variaciones desde su presentación, cada una de ellas con una nueva reducción en el techo de precios, el diferencial respecto al mercado internacional o el número consecutivo de días de superación del límite, la base del texto sigue siendo la misma.
Sin embargo, mientras que España, Italia, Grecia, Polonia o Bélgica, siguen criticado el elevado umbral del tope de precios, fuentes diplomáticas consultadas acusan desde el bloque contrario su «riesgo» para la garantía de suministro, a lo que se suman las «expectaciones incompatibles» que ha generado en ambos bloques la propuesta acerca de lo que se va conseguir.
La intención de la presidencia checa es variar los parámetros sin cambiar la configuración de la propuesta de Bruselas para lograr que ambas partes se «reconcilien», mientras que los Estados miembros avanzan de forma «reticente», lo que deja un «margen estrecho» que los checos están dispuestos a «explotar».
«Estamos trabajando en algo para tratar de identificar las zonas de aterrizaje, pero requiere compromisos por ambas partes», han señalado fuentes diplomáticas checas, que garantizan que tratarán de alcanzar un acuerdo «hasta el último momento».
De no ser así, el tope al precio del gas pasará a formar parte de la agenda de la cumbre que se celebra este miércoles y jueves en Bruselas, aunque cada Estado miembro deberá reflexionar sobre si aportará algún valor añadido trasladar el debate al Consejo Europeo.
«Nadie nos ha dicho hasta ahora que esperemos al Consejo Europeo. Queremos intentarlo y encontrar una solución de compromiso entre los dos bandos y ver si puede salir adelante. Si no podemos, entonces está la cumbre y el próximo Consejo de Energía del 19 de diciembre», han agregado los checos.
Así, a pesar de la insistencia de la presidencia checa, el acuerdo aún no está asegurado y podría retrasar también la adopción de otras dos medidas a las que países como España condicionan el acuerdo sobre el techo de precios: la adopción del reglamento de solidaridad y la aceleración de renovables.