Las redes sociales son una gran fuente de problemas para los menores que con el tiempo se están cada vez enganchando más. Hace dos décadas, los más pequeños disfrutaban del día jugando al escondite con sus amigos, hablando y explorando.
Sin embargo, con el paso del tiempo la exploración del mundo se ha sustituido paulatinamente por la pequeña pantalla. Ahora el pasatiempo de la mayoría de los pequeños es jugar a su videojuego favorito. Esto presenta unos problemas sustanciales, no solo por una cuestión de peligro en la red sino por el peligro de engancharse.
Estamos llegando a un punto en el que la tecnología está sustituyendo una de las cuestiones más importantes en la vida como es tener una infancia donde puedas estar en contacto con la naturaleza e interactuar con ella y con los que te rodean. Es por eso que la educación cada vez se está enfocando más hacia el control de los móviles para que no invadan por completo la vida de los niños y haya un balance sano.
Aplicaciones móvil con la que se pueden controlar las redes sociales
Existen una gran variedad de aplicaciones móviles para poder limitar el tiempo de uso de las redes sociales y otras aplicaciones a los más pequeños. Esto permite tener un control para que hagan otro tipo de actividades.
Hay 5 aplicaciones en concreto que están teniendo muy buenos resultados. Qustodio tiene herramientas de control muy eficientes junto con filtros web completos, geolocalización en tiempo real y funciones para poder gestionar el tiempo que pasan los más pequeños delante de la pantalla. Bark es una aplicación que tiene el objetivo de supervisar 30 apps de redes sociales por lo que se puede decir que es una aplicación especializada en RRSS.
Mobicip es una aplicación que tiene un filtro web personalizable y unas herramientas básicas para controlar el tiempo delante de la pantalla. KidLogger tiene el objetivo de controlar el registro de llamadas y también puedes limitar el tiempo de utilización de cualquier aplicación aunque no tiene filtro web. Por último, FamilyKeeper, una aplicación con notificaciones en tiempo real y geolocalización. Lo único negativo es que no tiene limitación de bloqueo en aplicaciones ni en el tiempo de uso.
Estas aplicaciones no siempre tienen todas las funciones, pero combinando un par de ellas puedes llegar a tener una buen control del móvil para que tu hijo no pueda desarrollar ningún tipo de adicción.
Aspectos a evitar cuando un niño tiene acceso a un móvil
Como indicábamos en los primero párrafos, los móviles son una de las mayores adicciones del siglo XXI. Tiene ciertos componentes visuales y de premio que hacen que los más pequeños desarrollen un enganche y luego puede ser complicado hacer que el móvil no sea un elemento indispensable en sus vidas. Es por eso que debes tener en cuenta una serie de aspectos cuando utilizan el dispositivo móvil.
Lo primero es evitar el contenido inadecuado. Este se puede presentar fácilmente cuando se navega por la red. Puede aparecer contenido de odio pudiendo llegar a impactar emocionalmente y visualmente, contenido sexual etc. Los niños están en un momento de la vida donde la curiosidad es el protagonista y es por eso que pueden llegar a encontrar todo tipo de contenidos.
Otro de los aspectos con los que hay que tener cuidado son las redes sociales. El principal peligro de estas aplicaciones es la adicción y es que está realizadas para emitir todo el tiempo impulsos emocionales hasta el punto en que te enganchas. Por eso la gran mayoría de jóvenes usa Instagram más tiempo del que quisiera.
Es importante la limitación del tiempo y para tener claro cuánto tiempo deberíamos dejar a un niño con un móvil debemos pensar en la vida real. Debe poder dormir las horas correspondientes, comer con tiempo de sobra, hacer los deberes, ver a sus amigos y, en el tiempo que sobra después de todas estas cuestiones, puede utilizarlo un poco. El móvil no debería ser el pasatiempo principal de un niño. Más adelante en la vida tendrán tiempo para usarlo y tendrán más herramientas de autocontrol.
Las redes sociales y los videojuegos son lo que generan más adicción
Las redes sociales son una gran fuente de adicción y está asegurado por una gran número de especialistas. Incluso los propios consumidores de redes sociales indican que les cuesta controlarse a la hora de utilizarlas porque son como un impulso. Emiten todo tipo de emociones e información curiosa que hace que quieras estar siempre dentro de la aplicación. Además, genera muchos problemas de dependencia a nivel social ya que puedes acceder al contenido que publican tus amigos e intereses románticos.
En el caso de los videojuegos, funcionan de manera parecida ya que son un estímulo de diversión. Cada vez que un niño está jugando se lo está pasando bien cada segundo y genera dependencia a ese sentimiento. Esto hace que luego cuando tengan que estar consigo mismos o incluso tengan que aburrirse un poco, no lo puedan soportar y quieran recurrir al dispositivo móvil. Esto es muy peligroso porque la vida no siempre es estar delante de una pantalla y, en ocasiones, tendrán que aprender a aburrirse o esperar. Es por eso que es de suma importancia que los más pequeños crezcan sin la dependencia al móvil.