Que la relación de Ana María Aldón y Gloria Camila no ha sido buena en los últimos tiempos no es ningún secreto, y son varias las ocasiones en las que tanto la gaditana como la hija de José Ortega Cano han hablado públicamente sobre su distanciamiento.
La colaboradora nunca ha ocultado que no se sintió querida, valorada ni apoyada por la colombiana, y tampoco ha desmentido nunca rotundamente que Gloria fuese uno de los miembros de la familia Ortega Cano que indirectamente provocaron su grave crisis matrimonial con José Ortega Cano.
Tal tensión llegó a haber entre ambas – incluso en julio llegaron a pelearse a gritos en la casa del torero – que tanto la hija de Rocío Jurado como Ana María se han evitado en los últimos meses; así, si la gaditana estaba en el domicilio familiar, Gloria ni lo pisaba, encontrándose con su padre en el piso que comparte con su novio David a pocos kilómetros de allí.
Sin embargo, parece que las cosas habrían mejorado a raíz de la separación de la diseñadora y el torero, y buena prueba de ello es que la hermana de Rocío Carrasco ha vuelto al domicilio familiar, en cuyo interior se encontraba Ana María.
Después de pasar la tarde en compañía de su padre y de su hermano José María – con los que vio la derrota de la Selección Española de Fútbol contra Marruecos en el Mundial de Catar – Gloria abandonaba la casa en coche dejando en el aire cómo había sido su reencuentro con la diseñadora. Tranquila, e incluso saludando sonriente, la colombiana no ha revelado si ha podido hablar con Ana María, a la que todo apunta que ha vuelto a ver meses después de la pelea que precipitó el fin del matrimonio entre el torero y la madre de su hijo pequeño.
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