La Dirección General de Tráfico (DGT) es el máximo organismo estatal en lo que respecta a las leyes de circulación y sus sanciones por incumplimiento. La principal tarea del organismo es educar a los conductores para evitar posibles siniestros viales, aunque muchas de sus multas sean ridículas. Además, ahí también están los Ayuntamientos, con una maquinaria sancionadora que también les ayuda a aumentar las arcas públicas bastante endeudadas en no pocos casos. Tan es así que posee seis veces más denuncias que la DGT.
6La multa más ridícula
La jueza del juzgado 2 de Málaga decidió revocar una sanción de 300 euros impuesta a la DGT a un conductor por superar el límite de velocidad al demostrar con pruebas fehacientes que se trataba de una UVI móvil que estaba respondiendo a una urgencia sanitaria. Claramente, esta fue una de las multas más ridículas impuestas por la DGT. Por suerte, no prosperó y el conductor logró librarse de la misma.