La lasaña es un plato que le suele encantar a los más pequeños de la casa (y a los más mayores). No tiene nada que ver una casera con una precocinada. Por lo que no te lo pienses y en lugar de comprarla hecha, intenta hacerla en casa. Aunque creas que el horno es indispensable, te vamos a mostrar una receta en la que este electrodoméstico no es necesario.
Este plato no es tan laborioso como se cree y te va a llevar mucho menos tiempo del que te piensas. Además, tiene sus truquillos para que no se seque. A continuación, te mostramos cómo hacer una lasaña bien jugosa sin usar el horno.
4AGREGA EL VINO BLANCO
Cuando la carne picada cambie de color, vierte en el guiso un vaso de vino de blanco. Espera a que se evapore el alcohol y, en ese momento, añade el tomate triturado. Remuévelo para que se reparta por todo el conjunto. Deja que se sofría, ya que esta va a ser la piedra angular de la lasaña. Recuerda que no vamos a usar el horno, por lo que cocina todos los ingredientes adecuadamente.