Según los anuncios de Spotify en su «Wrapped» el puertorriqueño Bad Bunny vuelve a repetir como el artista más escuchado de la plataforma. Más allá de su popularidad, que es el factor principal, el intérprete de ‘Calladita’ ha sabido perfeccionar la fórmula necesaria para poder ocupar el sitial de honor año tras año. Es que mientras que otros artistas siguen manteniendo estilos muy tradicionales de distribución Benito ha adaptado el suyo a la era Streaming.
Se trata de algo relativamente simple, lanzar discos, no solo sencillos, bastante largos y con canciones más bien cortas. Es que mientras que otros artistas hiperexitosos, como Taylor Swift, consiguen 12 reproducciones y retener la atención del oyente unos 44 minutos el disco del pionero del trap latino genera 23 reproducciones y amarrar al oyente por encima de 80 minutos, casi hora y media.
Más allá de que las semanas posteriores al lanzamiento el público fue enamorándose de varias de las canciones como entidades individuales, a la hora del lanzamiento, semanas claves para el éxito en el servicio de streaming y el cálculo de los algoritmos, consigue amarrar grandes reproducciones.
ESTRATEGIA HEREDADA DE DRAKE
Tampoco es que Bad Bunny sea el primer artista en aplicar esta estrategia. El rapero y cantante canadiense Drake, interprete de temas como ‘Work’, ‘Passionfruit’, u ‘Hotline Bling’. El no solo cumple con la máxima de lanzar discos con muchos temas, sino que muchos de ellos son bastante cortos. La estrategia, supuestamente diseñada por su disquera, le servía no solo para mejorar sus datos a lo interno, sino que literalmente aumentaba sus ingresos por stream que aumentan por cada reproducción de un tema.
Vale señalar que ambos artistas han colaborado al menos en una ocasión. El tema ‘Mía’, incluido en el disco de 2018 de Bad Bunny, ‘X100pre’. No sería extraño pensar que eso haya empujado al puertorriqueño a empujar una estrategia similar, y ciertamente es el momento en el que sus discos empiezan a alargarse cada vez más. Es que la estrategia funciona para mantener un sitial de honor que atrae más escuchas, aquella máxima de que lo popular se vuelve cada vez más popular.
No es como si tuviese motivos para cambiar. Al conejo la estrategia le funciono con sus dos discos de 2020, ‘Yo hago lo que me da la gana’ ‘El último tour del mundo’, ambos trabajos con más de 15 temas y que duran más de una hora, aunque en ninguno de los casos fue tan evidente como con su lanzamiento de este año.
EL ÉXITO DEL DISCO SE HA MUDADO A LOS SENCILLOS
Por fortuna a pesar de la cantidad, quizás exagerada, de canciones los sencillos del disco han demostrado ser de larga duración. Canciones como ‘Callaita’, ‘Un verano sin ti’, ‘Tití me pregunto’ y ‘Moscow Mule’ han demostrado tener una larga vida en estantería, por lo que tampoco es que su trabajo se haya quedado bajo la alfombra tras esa primera semana, algo también importante para poder sumar escuchas suficientes para presumir ese nivel de éxito.
No deja de ser llamativo que un artista tan extraño dentro del propio genero urbano como lo es Bad Bunny siga sumando este tipo de logros. Más allá de su capacidad para componer, o de contactar con quien pueda componer, un éxito ha demostrado que tiene un buen olfato para entender como funciona un negocio tan caprichoso como lo es la música.
De momento no ha dado indicios de su próximo trabajo, después de todo está ocupado con una gira de estadios que quizás lo traiga a Europa el próximo año, pero aún no está confirmado. Veremos si puede repetir la hazaña el próximo año después de todo ya se están recolectando los datos del próximo «Wrapped».