Día especial para Concha Velasco, que este martes cumple 83 años. Recuperándose poco a poco del bache de salud que sufrió hace algunas semanas, la inolvidable actriz ha recibido la visita de dos de sus íntimos amigos en la residencia en la que vive a las afueras de Madrid.
A pesar de que se publicó que sus hijos Manuel y Paco habían ‘restringido’ este tipo de encuentros para que su madre estuviese tranquila en estos delicados momentos en los que su salud preocupa a todos, Cayetana Guillén Cuervo y José Sacristán han demostrado que nada hay de cierto acercándose hasta el lugar en el que reside la vallisoletana, la residencia Punta Orbea, para desearle personalmente feliz cumpleaños.
«Concha está bien, está bien, con una sonrisa y hablando bien de todo el mundo. Hoy también era el cumpleaños de mi padre y siempre se llamaban en el día de su cumpleaños y desde que falta mi padre, pues siempre la llamo yo y me ocupo yo de eso que hacía mi padre. Está contenta porque están viniendo amigos a verla, tiene una habitación muy bonita en la que se ve el cielo y los árboles y está muy guapa» nos ha contado Cayetana, feliz tras su visita a la ‘chica yeyé’.
Además, la actriz ha confesado que Concha sigue echando de menos los escenarios, de los que se bajó hace 14 meses: «Pues claro, si es que un actor nunca se quiere retirar. Te retira la edad o la enfermedad, pero ella está bien».
Poco después veíamos a José Sacristán abandonando la residencia y confesando, emocionado, cómo ha visto a Concha: «Está flojita, está delicada, pero como siempre la chica yeyé. No hay quién pueda con ella. Está flojita, pero está bien, está bien».
«Tiene una lucidez bárbara y sigue recordando y estando, pero en fin, ¿qué voy a contar yo que no sea una imprudencia? Concha Velasco está pachochilla, pero es Concha Velasco hasta que haya de ser» ha reconocido, muy sincero, al referirse al delicado momento de salud que vive la actriz.
Un día muy especial en el que también vimos llegar a la residencia, para comer con su madre, a Manuel Velasco. Tan amable como de costumbre el escritor ha agradecido su presencia a los medios de comunicación congregados a las puertas del centro, limitándose a comentar que su progenitora está «bien» y muy contenta con las visitas que ha tenido con motivo de su 83 cumpleaños, en el que además también ha recibido varios ramos de flores.