Si hablamos de los ingresos tributarios, van bien encaminados y están ahora mismo aliviando el agujero en las cuentas públicas. En el mes de julio, el déficit que estaba acumulando el Estado, La Seguridad Social y las comunidades autónomas se encontraba en el 1,8% del PIB, casi un 60% menos que en el mismo mes el año pasado. Si hablamos del Estado, acumula la gran parte de los números rojos y, por el momento, se conocen hasta el mes de agosto. Hablamos de un 1,8% frente al 4,6% del ejercicios precedente.
Estos resultados no se pueden leer de manera aislada ya que el Partido Popular, durante el año 2016, había dejado ya un agujero considerable en el déficit público que sería duro de reparar para los próximos gobiernos, es decir, el gobierno actual. Es por eso que el déficit actual es el resultado de las malas políticas de años anteriores.
¿A qué se debe el incremento del déficit?
El resultado del déficit se debe a un aumento de los ingresos que no son de carácter financiero. Han aumentado por un 32,3% mientras que los gastos crecen a un ritmo del 5%. Estas cifras las señala el Ministerio de Hacienda ejemplificando que la recaudación de impuestos ha sido empujada por la inflación llegando a ser un 25,9% superior a la de agosto del año pasado.
Si tenemos que señalar un responsable de esta situación es a la subida del IVA que ha crecido el 20,1% debido a la mejora del gasto y la subida de los precios. Todo esto informado por la Agencia Tributaria relativa al mes de agosto. Durante el primer semestre de este año, el gasto que está sujeto al impuesto ha crecido un 19% a pesar de las rebajas aprobadas en la factura eléctrica para hacer más llevadero el gasto en los bolsillos del consumidor.
Se puede decir que casi la mitad de esta subida se debe a la inflación que se ha moderado en los últimos meses, pero la crisis energética no está ayudando nada en las cifras.
Las retenciones del trabajo también incrementan el déficit
Otros dos aspectos que nombra la Agencia Tributaria como causante del incrementos registrado durante el mes de agosto son las retenciones realizadas por el trabajo. El aumento de trabajo ha alzado durante este año un 12,8% junto con las subidas de salarios y pensiones. En cuanto a las declaraciones anuales de los años anteriores, los aumentos han sido elevados en cuanto al 24,7% de IRPF y el 42,7% en sociedades.
Son estos tres aspectos los que aglutinan más del 90% del crecimiento de los ingresos hasta el mes de agosto. Llegaría al 100% si añadimos las retenciones de capital y de los pagos fraccionados de las empresas personales que acumulan el 24,8%.
Ha seguido a la alza incluso teniendo en cuenta que desde el mes de enero hasta agosto hubo una pérdida consistente en la recaudación de las rebajas fiscales. Esto se traduce en una merma en los ingresos de 4.522 millones de euros teniendo en cuenta que el coste de las medidas desde que entraron en vigor (el pasado mes de julio) ha sido de 6.127 millones de euros.
Hasta el mes de agosto, la recaudación por IRPF ha alcanzado los 75.301 millones que viene a ser un 17% más aunque comienza a sufrir una ralentización ya que la creación de empleo está disminuyendo. Si hablamos del impuesto sobre sociedades, avanzó con paso firme un 25,5% ya que aumento el ingreso de las cuotas positivas de la declaración un 42,7% hasta el mes de agosto estando por encima de las cifras relativas al año 2019.
El Gobierno, está teniendo todas estas cifras en cuenta y ha presentado una batería de medidas fiscales para poder elevar la recaudación en 3.144 millones. Este paquete incluye ciertas medidas para bajar el IRPF en el caso de las rentas bajas, subidas en los tipos de ahorro y un nuevo impuesto para los ricos junto con cambios a nivel social. Todo esto con el objetivo de limitar los beneficios fiscales en los grandes grupos y reducir la tarifa para las pymes.
Crece el gasto de las comunidades frente a los ingresos
Durante el mes de julio, los gastos por parte de las comunidades han subido hasta el punto de estar por encima que los ingresos. Se han desembolsado un 10,1% frente a los 6,1% que se manejaban. El agujero llega a los 4.200 millones de euros. Los impuestos han crecido un 5,3% debido a la producción y las importaciones, la renta y el patrimonio.
Si hablamos de los fondos de la Seguridad Social, se registraron hasta el mes de julio un superávit de 353 millones de euros lo que equivale a un 0,03% del PIB cuando se manejaba un déficit del 0,4% en el año 2021.
Previsión del déficit público en España para el año 2022
Si miramos a corto plazo, los análisis indican que las dinámicas en cuanto al déficit y el ratio de deuda públicas (PIB) serán favorables. En primer lugar, el déficit público se verá reducido respecto al año pasado. Era de un -2,27% hasta el mes de junio en comparación con el -4,51% del mismo mes durante el año anterior y un -6,81% durante el mes de diciembre de 2021.
Todo ello apoyado en el incremento de los ingresos impositivos de +19,4% hasta el mes de junio. En segundo lugar, el aumento del crecimiento del PIB nominal (debido a la inflación) juega a favor de la moderación del ratio deuda/PIB.
En tercer lugar, el mantenimiento de la suspensión del Pacto de Estabilidad que se ha establecido hasta el año 2023 (en su cuarto año consecutivo) elimina la obligación de acatar el límite al 3% del déficit para el siguiente ejercicio presupuestario. Por lo tanto, se puede proyectar un déficit del -5,25% para el año 2022 y de -4,5% para el año 2023. Si hablamos del año 2024, se proyecta un déficit del +3,5%.