Calefacción o no calefacción, allí está la cuestión. Con la crisis energética por causa de la disminución del suministro del gas, debido al conflicto ruso-ucraniano, y el incidente catastrófico ocurrido con el Nordstream, y un poco también por la mala gestión de los que deberían encargase de este asunto desde el Gobierno, ya sea central autonómico.
Todas estas razones se juntaron para que hayamos tenido que pagar niveles históricos en las tarifas de la luz, y de cara a la llegada del invierno, no hace falta decir que todos estamos temblando y no de frío precisamente, sino por lo que nos va a costar encender la calefacción en invierno.
3¿Qué se decidió desde el Gobierno?
Resulta que el 01 de agosto pasado, el Consejo de Ministro aprobó un Real Decreto, por el que se modificaron las limitaciones de las temperaturas de la calefacción y de la refrigeración, a 27º y 19º, dependiendo de cuál de las dos actividades se esté ejerciendo, claro que esa normativa solo aplica en lugares de concurrencia del público, establecimientos comerciales y edificaciones administrativas.
Por supuesto, esta regulación contiene excepciones, porque hay establecimientos comerciales e industriales que requieren de una cantidad mayor o menor de temperaturas para poder llevar a cabo su actividad, en particular en el sector de los alimentos y de las farmacéuticas.
Pero en el nivel del uso doméstico, no se han establecido aún por Real Decreto los límites máximos y mínimos en los que se debe tener la calefacción. Eso es una decisión que compete a las necesidades de cada quien, no obstante, por supuesto que desde las instancias públicas se nos han hecho recomendaciones en este sentido, para que cada quien pueda encontrar el equilibrio deseado entre confort y ahorro de energía.
