El comer rápido parece una “mala costumbre” propia del ritmo de vida acelerado que llevamos hoy día, muchas personas deben comer en el trabajo, y el tiempo que dedican no sobrepasa los 30 minutos, otras personas incluso llegara comer en el coche, y no degustamos los alimentos y mucho menos los procesamos de la manera correcta, dejándole a una gran responsabilidad al organismo, lo que puede resultar realmente perjudicial para la salud.
Según la representante de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, Clara Joaquim, “una alimentación saludable no depende únicamente de los alimentos que componen nuestro menú”, sino del tiempo que invertimos en comerlos y como lo hacemos. Una frase que sin lugar a dudas engloba la importancia del acto de comer con tranquilidad y dedicando el tiempo que se merece.
Y es que la velocidad con la que comemos influye en el normal funcionamiento de nuestro organismo y también en nuestra vida social, por estas razones te contamos a continuación algunos motivos por las que no deberías comer rápido.
10Un comentario para el final
La recomendación final, como siempre es la prudencia, es decir, nuestro ritmo de vida es acelerado, tenemos un horario de trabajo que debemos cumplir, cumplir con obligaciones familiares que son también importantes, pero debemos aprender a darnos la importancia que merecemos. Es decir, normalmente durante la semana tenemos poco tiempo para sentarnos a comer, pues tratemos de dedicar ese poco tiempo que tenemos a disfrutar de la comida, ayudemos a nuestro organismo, no lo sobrecarguemos con esfuerzos extras.