La ensaladilla rusa es todo un clásico para presentar en la Navidad, pero también en cualquier ocasión a lo largo del año. No se necesitan excusas para su disfrute, ya que cae perfecta en verano, otoño, invierno y primavera, así que solo basta con tener un poco de creatividad para darle la vuelta y convertirla en toda una tentación deliciosa y diferente cuando se desee.
Existen diferentes alternativas para preparar la ensaladilla rusa y disfrutarla llena de nuevos sabores, así que te vamos a presentar algunas ideas para que la puedas adaptar a tu gusto y disfrutar así de otras sensaciones. ¡Anímate a descubrirlas!
1Ensaladilla rusa tradicional, la madre de todas las variaciones en su nombre
Lo primero que debemos decir si se quiere hablar de la ensaladilla rusa, es que, aun cuando a la actual se le considere como la más original y tradicional, la verdad es que esta difiere significativamente de la preparada por Lucien Olivier a finales de los años 1850.
Si bien, la ensalada de Olivier, llevaba algunos de los elementos actuales, lo cierto es que también se le añadía caviar, trufa negra, lengua de ternera y diferentes tipos de carne. Esta ensalada, tal como sucede con muchísimos platos, comenzó a evolucionar, y la utilización de ingredientes más económicos, la convirtió en el plato famoso que se degusta en la actualidad.
Partiendo entonces de los cambios suscitados en la ensaladilla de Lucien Olivier, nos encontramos entonces con la actual, que se prepara con patatas, zanahorias, huevo duro, atún y encurtidos como las aceitunas y pepinillos en vinagre. Todos estos ingredientes, aderezados con una fresca mayonesa. Veamos cómo se hace y todo lo que puedes incorporarle.
