El Gobierno de Pedro Sánchez ha llegado a un nuevo acuerdo con los partidos independentistas, que siguen viéndose beneficiados por movimientos del Ejecutivo nacional como la reforma del delito de sedición. En concreto, el Gobierno ha llegado a un acuerdo con Bildu, que ha conseguido «quitar» competencias a la Guardia Civil en Navarra. Una cuestión que ha sido duramente criticada por el Partido Popular que, sin embargo, ha sido acusado por el presidente socialista de ser el verdadero agente «rupturista» del país.
Pedro Sánchez se convertía en el ganador de las últimas elecciones nacionales del país, y llegaba a la Moncloa gracias a sus acuerdos de Gobierno de coalición con Podemos. Un Ejecutivo que, sin embargo, necesita el apoyo de formaciones independentistas como Bildu o ERC para poder aprobar muchas de sus medidas, ante la clara oposición y rechazo de formaciones como PP y Vox, situados al otro lado del tablero político de la formación liderada ahora por Ione Belarra, que han visto como incomprensible la posibilidad de que aquellos que desean la ruptura del país sean los que decidan el futuro político del mismo.
Necesidad del Gobierno de negociar con los principales partidos independentistas del país que ha provocado decisiones gubernamentales tan polémicas como el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco, la concesión de nuevas competencias a los gobiernos autonómicos, o la reforma de delitos como el de sedición, que beneficia claramente a los principales líderes independentistas catalanes, que han celebrado esta decisión del Ejecutivo como una «victoria» del secesionismo catalán frente al Estado español.
Acuerdos en los que, ahora, el equipo de Pedro Sánchez incluye un nuevo pacto con Bildu, por el que se transferirán a Navarra las competencias de Tráfico, hasta ahora bajo el cuidado de la Guardia Civil. Un acuerdo que llega en pleno debate por los Presupuestos Generales del Estado, y que inclina la balanza a favor de las cuentas públicas presentadas por el Ejecutivo, que en los últimos días no ha dudado en acercarse también al independentismo catalán con la reforma del delito de sedición, a pesar del frontal rechazo del resto de formaciones, e incluso, de voces dentro del propio PSOE.
EL PP, acusado de «sedición» por Pedro Sánchez
Nuevo pacto entre el Gobierno de Pedro Sánchez y los independentistas que ha vuelto a provocar las críticas de los principales partidos de la oposición, especialmente del Partido Popular, que ha vuelto a destacar que Sánchez busca mantener su cargo en la Moncloa a cualquier precio. A pesar de que el precio a pagar sea otorgar a formaciones como ERC o Bildu algunas de sus más antiguas revindicaciones.
Acusaciones ante las que ha reaccionado el presidente socialista en su visita a Castellón, durante una rueda de prensa con el primer ministro rumano, Nicolae Ciuca. Así pues, Pedro Sánchez no sólo ha defendido sus acuerdos con Bildu, sino que ha señalado al PP de Feijóo como el verdadero responsable de querer «romper España».
«Yo entiendo que la oposición, a ver cómo lo digo, le gustaría que España se rompiera y se hundiera» ha destacado el socialista ante los medios de comunicación, donde ha aprovechado para destacar que el verdadero momento de riesgo para la ruptura del país fue «allá por 2017, cuando gobernaban otros», en clara referencia al ex líder del PP, Mariano Rajoy.
«Hoy, lo que estamos haciendo es superar ese trauma a base de convivencia, de exigir el cumplimiento de la Constitución y de dar pasos a la distensión política en un territorio tan importante para nuestro país como es Cataluña» ha asegurado el presidente socialista que, así ha defendido a sus aliados en el Gobierno frente a las críticas del PP, que mantiene que Bildu es un compañero «indeseable» a nivel nacional.