La Evau, más conocida como Selectividad, se enfrentará a cambios en los próximos años. Fue el Gobierno el encargado de anunciar que las pruebas de acceso a la universidad comenzarán a basarse en nuevos ejercicios de madurez para los alumnos. Muchos docentes están de acuerdo en que hay que hacer una buena revisión y realizar ciertos cambios, pero no creen que el modelo que se quiera implementar sea el más adecuado. Es por eso que ya han manifestado su descontento los encargado del examen de Lengua Castellana de 10 comunidades autónomas.
Para poder realizar su demanda han utilizado la plataforma «change.org» en la que ya se aglutinan más de 2.800 firmas. Algunos de los puntos que han sido objeto de crítica son la nueva agrupación de las asignaturas de Lengua Española, Lengua Cooficial, Lengua Extranjera, Historia e Historia de la filosofía.
¿En qué se compondrá la prueba en la nueva selectividad?
La prueba contará con 25 preguntas que tendrán que ser redactadas en las 2 o 3 lenguas que aparezcan en el examen y que a su vez estarán divididas en 2 partes. Habrá tanto una pregunta de tipo test como una que estará compuesta por preguntas semiconstruidas. Esto no está gustando a los profesores porque ofrece la oportunidad a los estudiantes de responder a las preguntas de manera más aleatoria que si tienes que desarrollarlas.
Por lo que parece, habrá otro tipo de ejercicios donde tendrán que rellenar ciertos huecos con una palabra o con una expresión breve. Además de estos dos tipos de preguntas, habrá una tercera que se basará en desarrollo y que no parece acabar de gustar a los profesionales porque tiene una extensión muy corta que no permitirá evaluar adecuadamente a los alumnos.
El objetivo de la prueba de Lengua Castellana es evaluar la madurez y juicio crítico de los alumnos, pero con este tipo de preguntas no se conseguirá el efecto esperado. Otro de los aspectos que no acaba de convencer a los profesores es que los alumnos se harán expertos en rellenar huecos, pero no en entender concretamente la estructura de la lengua.
¿Qué problemas supone la nueva selectividad en materia de comprensión?
Uno de los miedos que tienen es que se desarrolle la falta de reflexión lingüística, el análisis de la sintaxis, el análisis de la morfología o de descripción de palabras. Esto hará que tengan mucho menos control de la lengua y no tengan tanta competencia en metalingüística. El problema es que se pueden comenzar a formar alumnos más ignorantes según opina parte del profesorado ya que no estudiarán para saber escribir con exactitud ni para ser mejores lectores.
Además, opinan que no solo habrá una bajada de calidad en Lengua Castellana sino también en otras asignaturas del bachiller lo que supondrá un grave desequilibrio para los resultados de la Selectividad. Los profesores indican que la propuesta se ha llevado a cabo sin escuchar verdaderamente a las universidades que son las que realizan la prueba de acceso y tampoco al profesorado de los institutos que son los responsable de las pruebas en las comunidades autónomas.
Sin embargo, es un procedimiento que se suele realizar de esta forma y que lo acaba sufriendo la educación. Es por eso que piden al Ministerio de Educación que saque la propuesta de la mesa y que se estudien otras alternativas.
La propuesta de la doble Selectividad queda totalmente descartada
La Comunidad de Madrid, ha realizado la propuesta de hacer una doble prueba de Selectividad a aquellos alumnos que quieran acceder a estudiar la carrera en una comunidad que fuese diferente a la suya. Es decir, tendrían que hacer una primera prueba y luego una segunda. Sin embargo, ha quedado totalmente descartada por los responsables educativos del Gobierno y de las diferentes comunidades autónomas.
El recibimiento ha sido tan frío que no han querido intentar salvar la medida y han incidido en apoyar otra medida que defienden cuatro autonomías que están gobernadas por el PP. Se trata de hacer una sola prueba para todo el país, un hecho que resulta complicado y que todavía no ha aplicado ningún Gobierno en la historia de España. Han sido los consejeros de Educación de las 12 comunidades los que han rechazado la propuesta.
Es por eso que los responsables educativos de Madrid no han querido defender su propia propuesta ya que se trataba de un planteamiento que puesto en práctica resultaba difícil y poco útil. El primer problema que generaría sería el de los currículos del Bachillerato que son diferentes dependiendo la comunidad por lo que diseñar una prueba única sería complicado de conseguir. Por otra parte, sería difícil equilibrar la balanza y que la prueba no sea más favorable para algunos alumnos dependiendo de la comunidad. Habría que hacer un gran esfuerzo logístico que no compensa teniendo en cuenta que el sistema actual funciona bien.