No es la primera vez que Netflix apuesta por el terror, pero la verdad es que El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro ha sido uno de sus momentos álgidos dentro de este género. A diferencia de otras películas, que rara vez han logrado contar con el apoyo de la crítica, en esta ocasión la conocida plataforma ha decidido revivir un formato clásico y televisivo a más no poder: el de la antología de cuentos de terror. Y nada más y nada menos que orquestado por uno de esos directores, como es el caso del mexicano del Toro, que no suelen dejar indiferentes a nadie. Para bien o para mal.
El gabinete de curiosidades no es una idea del todo nueva. En realidad son relatos de suspense y terror independientes, con un único denominador común: la presencia de una figura que va introduciendo cada episodio. Esta fórmula es tan antigua como una de las series más influyentes de la historia de la televisión: La dimensión desconocida, todo un clásico de la ciencia ficción y la intriga.
En tiempos más modernos, en cambio, los apasionados al miedo también recordarán éxitos como Cuentos de la cripta o Cuentos asombrosos, si bien este último proyecto, apadrinado por el mismísimo Steven Spielberg, tendía más hacia la fantasía que hacia el terror puro. En la misma línea, más menos, también estaba la adulta El autoestopista, uno de los primeros éxitos de HBO allá por los años ochenta, y una de las más adultas y picantes de todas estas series parecidas. Por supuesto, tampoco se podría dejar de hablar de Historias para no dormir, que causó furor en nuestro país durante los años sesenta gracias al enorme talento del maestro Chicho Ibáñez Serrador.
Más curiosidades, un mismo gabinete
Como suele suceder con este tipo de series, es complicado hacer un balance general de El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro. Cada capítulo no solo es una historia independiente, sino que también ofrece la visión de un cineasta distinto. O lo que viene a ser lo mismo, que hay unos capítulos que pueden resultar mejores o peores dependiendo de los gustos de cada espectador. Lo que sí tienen todos en común es su toque tétrico y una producción notable. Es decir, el sello de Guillermo del Toro en su faceta de “coordinador” del proyecto.
Porque, a decir verdad, el propio director ya ha hablado de la segunda temporada del proyecto, que por lo pronto solamente cuenta con ocho episodios, y ha dejado bien claro que su principal intención en el mismo es dar voz a nuevos talentos. Bueno, o a talentos ya consagrados, pero a otros autores que, al fin y al cabo, también quieren hacer sus pinitos en esto del terror.
Además de hablar de cineastas como Larry Fessenden o Boots Riley como posibles candidatos a dirigir episodios de la segunda temporada, Guillermo del Toro se guarda un lugar de honor en la continuación del proyecto. Según él “desearía escribir la primera y la segunda historia de la nueva temporada, y dejar el resto a otros”, ha asegurado el mexicano en recientes declaraciones.
Sea como fuere, eso será cosa del futuro. Por lo pronto, no hay fechas ni confirmaciones concretas, más allá de los deseos del responsable de El laberinto del fauno o Hellboy. Pero lo que sí está claro es que El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro, sin inventar la pólvora ni ser perfecto, se ha convertido en uno de los estrenos de terror más interesantes del año. Y no hablamos solamente de la pequeña pantalla, ni mucho menos. Mientras continúan apareciendo propuestas así, es evidente que el género continúa en buenas manos.