La Presentación de la Virgen María es uno de los actos importantes de la vida de la madre de Jesús, que precede a los Desposorios de María, en el que María asciende al templo en la ciudad de Jerusalén para entregarse a Dios.
La Presentación de la Virgen María
No sólo se trata de un hito muy importante en la vida de la madre del hijo de Dios, sino que también se trata de una de las escenas que más se representan en el arte relacionado con el cristianismo. Este pasaje está recogido en lo que se ha denominado el Protoevangelio de Santiago, y en él se relata cómo la Virgen María, a la tierna edad de tan sólo 3 años, llegó al Templo de Jerusalén, llevada por sus padres, Ana y Joaquín.
A lado de la pequeña María, en la Presentación de la Virgen María ante el Templo, se encontraban otras niñas que habían sido llevadas allí por sus familiares y todas ascendieron subiendo las escaleras que llevan hasta la principal entrada del mismo, portando unas lámparas y cuando llegaron al último escalón, la niña María fue recibida por el mismo sumo sacerdote, al cual Epifanio el Monte llamó Yodae o Baraquías, situándola en la tercera grada del altar, que era un sitio privilegiado.
Este episodio de la Presentación de la Virgen María en el templo es el anterior al episodio de los Desposorios de la Virgen, porque su camino hacia la obtención de la redención dentro del Templo no fue otra cosa que el primer paso para que el sacerdote, que fue Zacarías en el caso de los Desposorios, convocara a un concurso para poder decidir con quien se casaría la Virgen y es tan importante como la celebración de la Virgen María como Reina de los Cielos.
En el caso de la pintura Gótica y Bizantina italiana es una escena de las que más se ha representado, en particular en Italia, sin importar la diferencia en las épocas y en los estilos, los elementos arquitectónicos y la figura de la Madre del hijo de Dios son los imprescindibles en las obras de arte de los muchos artistas.
La forma en que era representado por los artistas
De hecho, la inclusión del Templo perdido de Jerusalén en las obras pictóricas, y representar los escalones en los que las doncellas debían ir ascendiendo como señal de su camino de entrega a Dios les permitía a los artistas experimentar con la llamada perspectiva.
Toda imagen de la Presentación de la Virgen María normalmente contiene las escaleras, el sumo sacerdote y una bastante joven Virgen María, como las figuras más representativas de este momento.
Hay casos de escuelas como la cretense, perteneciente al siglo XV, o la pintura que se encuentra en la Catedral de Hajdúdorog, en Hungría, que es el siglo XVIII, en la que la Presentación de la Virgen María refleja también los candelabros y las luces por medio de diminutas llamas de color rojo para hacer referencia a los faroles que portaban las niñas en el momento de ascender los escalones para llegar a la cima del templo.
Pero el 21 de noviembre no se dedica únicamente a la conmemoración de la Presentación de la Virgen María en el Templo, sino que el Santoral Católico también incluye en esta fecha la recordación de algunos beatos y santos que hicieron con sus obras y con sus vidas que se esparciera la fe en la Santa Iglesia Católica por todo el planeta, entre los que podemos mencionar a:
San Agapio de Cesarea, San Alberto de Lieja, San Gelasio I papa, San Marino de Porec, San Mauro de Cesana, San Mauro de Verona, San Rufo de Roma, Beato Gelosio monje, Beata María de Jesús Buen Pastor y Beato Romeo de Llívia.