Rosalía y Drexler se reparten los Grammy latinos en las Vegas

Los Grammy latinos volvieron a las Vegas para su primera ceremonia sin restricciones desde la aparición del Covid-19. Para la industria, aun con sus dificultades, el 2022 ha sido un año de retorno, y para la música latina ha sido un año de conquista gracias al éxito en el mundo anglosajón de figuras como Bad Bunny y Rosalía.

F.elconfidencial.com Original D76 76D 203 D7676D2034Fa44A3973C6Cd53Ce34Ad8 1
Efe

Esa situación, y una lista de invitados fuera de serie, que incluía a figuras tan variadas como la propia Rosalía, Jorge Drexler o Marc Anthony convertían esta edición en una celebración de los logros de los últimos años de la música latina. Lo cierto es que el evento estaba llamado a ser una demostración de esta nueva explosión latina, que incluso llegó a los Grammy de Estados Unidos con la nominación de ‘Un verano sin ti’ de Bad Bunny como disco del año.

A pesar de que los Grammy, en ambas ediciones, siguen sin saber equilibrarse entre los premios y las presentaciones, y que los cuatro presentadores, Luis Fonsi, Laura Pausini, Anitta y Thalía tuvieron muy poco que hacer, siguen siendo un escaparate importante para los artistas de habla hispana.

UNA VARIADA LISTA DE GANADORES

Una de las críticas más recientes a los Grammy es que parece que hacen un esfuerzo por entregar cada vez menos premios en la ceremonia. Este hecho dejo a los dos grandes ganadores de la noche, Jorge Drexler y Rosalía, iniciar la ceremonia televisada con varios gramofonos bajo el brazo. 

El uruguayo ya había recibido canción alternativa, mejor canción en portugues por ‘Vento Sardo’, Mejor Canción Alternativa por ‘El día que estrenaste el mundo, Mejor álbum de Cantautor por ‘Tinta y Tiempo’ y mejor canción pop por ‘Guerrilla de la Concordia’. La catalana de su parte tenía ya Mejor Ingeniería de Grabación para un álbum, Mejor diseño de empaque y Mejor álbum de Música Alternativa, todos por el super exitoso ‘Motomami’.

Ya en la ceremonia Bad Bunny, que no se tomó la molestia de viajar a las Vegas, se llevó el premio a Disco Urbano, además de cuatro premios en las categorías de Hip Hop y Urbano. Por su lado, el colombiano Carlos Vives pudo presumir de varios los premios del apartado tropical por su ‘Cumbiana II’.

Pero los premios más grandes de la noche se los repartieron la catalana y el uruguayo. Jorge Drexler se elevó con grabación y canción del año por ‘Tocarte’, su segunda colaboración con C. Tangana, y aprovechó para agradecer al mundo de la música urbana. «Desde la canción de autor solo podemos agradecerle al género urbano, porque han llevado el sonido de latinoamerica a todo el mundo», aseguró. Rosalía, por su lado, recibió álbum del año de las manos de Fito Paez, «Es el disco que más me ha costado hacer, pero el que más me ha dado», aseguró entre lágrimas.

Pero ninguna ganadora llamo más la atención que Angela Alvarez. La cantautora cubana ganó a los 95 años el premio a mejor nuevo artista y lo celebró agradeciendo a su isla, de la que escapo tras el triunfo de la revolución, a su nieto, el músico Carlos Jose Alvarez, y con un mensaje más que potente viniendo de ella: «No dejen de soñar».

PRESENTACIONES IRREGULARES 

Como ya es costumbre en ambas versiones de los premios, tanto la anglosajona como la latina, las presentaciones fueron bastante irregulares. Saltando entre artistas que dejaban su alma en la tarima, algunos que reinventaron sus temas, pero otros son un visto y no visto difícil de recordar tras terminar el evento. 

El arreglo a lo Mtv Unplugged de Carlos Vives y Camilo fue una de las presentaciones más llamativas de la noche, dejando de lado los grandes espectáculos tipicos de ambos artistas para un momento mucho más íntimo, igual que el juego de cuerdas de Nicky Jam con su reinvención de ‘El perdón’. Jesse y Joy demostraron el control que tienen tras tantos años de carrera con un impecable ‘Respirar’, lo mismo que hizo Marc Anthony con su reciente ‘Mala’.

Otras presentaciones pasaron desapercibidas, como las de Karol G o Rauw Alejandro recordables por algún detalle de la escenografía, o directamente desastrosas, como la de una desanimadísima Christina Aguilera, que por lo menos puede alegrarse de llevarse un par de gramófonos por ‘Aguilera’, y Un Romeo Santos que siguen sin saber qué hacer con su carrera sin la ‘Propuesta indecente’, y que se permitió una escenografía sospechosa de estar pensada para doblar, también es mejor que pase al olvido. 

Pero fue la Rosalía, como no, la que uso la tarima de las Vegas para consagrarse. Saltando de una potente versión de ‘Hentai’ a una mezcla entre la cada vez más potente ‘La Fama’ y cerrando con una impecable ‘Despechá’ donde se da el lujo de bailarle a Rauw Alejandro, cuya cara en el momento es màs memorable que su presentación. Muy cerca a ella podría ponersa el bar de los años 50 que se inventaron en tarima John Legend y Sebastian Yatra para ‘Tacones Rojos’.

La otra presentación de la noche es seguramente Jorge Drexler quien reinventó ‘Tocarte’ subiendo el tempo y dejando que el mitico Elvis Costello hiciera las veces de C.Tangana. Es toda una demostración de los flexibles e irreverente que son el uruguayo y su música. Anitta también hizo de lo mejor en el apartado urbano del show, y recupero el funk de las favelas con el que empezó su carrera, aunque quizás debió llevar consigo a Isabel Diaz Ayuso en su cuerpo de baile.

EXCESO DE FOLCLORE MEXICANO

Uno de los problemas que se repite todos los años en esta ceremonia es el exceso de música folclorica de México. Angela Aguilar, Christian Nodal, los Recoditos y el propio Marco Antonio Solis pueden entrar aquí, incluso un nombre tan internacional como Christina Aguilera fue absorbida por la presentación de Nodal. No es que haya un problema con rendir tributo a la cultura de México, pero en las presentaciones dedicadas al folclore parecen más los Grammy mexicanos que los Grammy latinos.

Esto dejo particularmente afectada la presentación de Solis. Cuando el Mexicano tomo la tarima ya habian sonado demasiadas rancheras y baladas de la zona. Sumado al sobreactuado tributo inicial, que además sirvió de entrada a los presentadores, lo cierto es que su presentación se perdió un poco entre la multitud, al igual que su retorno con Los Bukis.

LOS GRAMMY LATINOS NECESITAN EDITARSE

Como les ha pasado a los Oscars la verdad es que los Grammy Latinos son demasiado largos. Con casi tres horas de duración, y unas categorias en la edición televisada que bien podrían estar en la previa, que el premio a ‘Ranchera Mariachi’ se entregue en la ceremonia televisada y se releguen disco de autor o canción de rock es un sin sentido importante. Es un problema que empeora si se toma en cuenta que aquí en España la ceremonia es en la madrugada.