El lavavajillas se ha convertido en un electrodoméstico fundamental en muchos hogares. Es especialmente útil en familias de varios miembros y en esas ocasiones en las que tenemos invitados y los cacharros sucios se acumulan en una pila interminable. Sin duda hace que nuestra vida sea más fácil, y nos ayuda a ahorrar un montón de tiempo (y también de agua). Es un aparato cuyo funcionamiento es muy sencillo en realidad, pero los resultados son fanáticos y nos permite tener toda la vajilla y demás accesorios de cocina, perfectamente limpios y brillantes, mientras nosotros hacemos otras cosas.
5LIMPIAR EL FILTRO: UN PASO MUY IMPORTANTE
Lo mejor en primer lugar es echar un vistazo al manual de instrucciones del electrodoméstico porque cada aparato tiene un procedimiento distinto para desenroscar el filtro. Una vez tengamos claro la forma de hacerlo, giramos el cilindro y separamos el filtro de la rejilla metálica. Una vez extraído, lo lavamos bajo el grifo del fregadero, frotando con un cepillo, si es necesario, para eliminar todos los restos de comida y aceites. La rejilla también hay que limpiarla con un poco de agua y cepillo, hasta que quede sin ningún rastro de suciedad. Una vez limpias todas las piezas del filtro, volvemos a unirlas y lo colocamos de nuevo en el lavavajillas.