Cómo lo estás leyendo, tus pies pueden avisarte que estás en riesgo de sufrir un infarto, y lo que tienes que hacer es simplemente observar las señales, porque como ocurre con muchas otras partes de nuestro cuerpo, suelen reaccionar a determinadas clase de estímulos, lo que hace que, si estamos pendientes, se prenda la alarma de que nos encontramos en riesgo.
Resulta que los pies pueden ayudarnos a detectar esa alarma, dándonos señales claras, enviadas por el organismo de modo que podamos entender que posiblemente estamos en peligro de sufrir un infarto al miocardio.
6¿Hay síntomas que sean comunes a mujeres y hombres?
Si las hay, y no deben ser subestimadas, entre ellas se encuentra sufrir de apnea del sueño, sangrado, dolor o inflamación en las encías, indigestión, acidez estomacal acompañada de sentir que nos falta el aire, hipo y sudoración inusual.
Pero existe una señal, que pocas personas asocian con el hecho de que se esté iniciando un infarto al miocardio, y es algo que no debemos pasar por alto. Se trata de las piernas y de los pies hinchados, porque su aparición puede sugerir que estamos sufriendo de una insuficiencia de tipo cardíaco congestivo.