Con la llegada de la menstruación, muchas mujeres dudan entre si poner tampones o las clásicas compresas. Está claro que hay opiniones para todos los gustos y siempre una persona debe basarse en lo que necesita en cada momento. Por eso, hoy te aclaramos algunas cosas que no sabías sobre los tampones.
Parece que últimamente se especula bastante sobre ellos, sus materiales y su forma correcta de ser usados. Todas queremos prevenir diferentes alergias o enfermedades, mientras estamos pasando por uno de los momentos básicos en el ciclo femenino. Así que, despeja tus dudas solo aquí.
[nextpage title= «Materiales de los tampones»]
Una de las grandes dudas que todas tenemos es saber de qué están hechos los tampones. Aunque en ocasiones hemos leído algo sobre sus materiales y composición, quizás no haya quedado claro del todo. Se dice que los materiales básicos son el algodón y el rayón. Ambos son seguros según todos los fabricantes.
Para aclarar un poco más, hay que decir que el material rayón se usa tanto en la ropa interior como en prendas exteriores. Se conoce como la tela de fibras de rayón. Aunque por otro lado, las conocidas fibras de rayón también pueden usarse en la industria para fabricar neumáticos.
Siguiendo con los materiales destacados, el aplicador es el que cuenta con papel y plástico. El material que va rodeando la capa más externa, está compuesto por poliéster y polipropileno. Por último, el hilo también está formado por algodón y una pequeña parte de poliéster.
[nextpage title= «Mito del tampón»]
Son muchos los mitos que pululan alrededor de usar este material. Uno de ello es el temor de que el tampón se quede dentro y que pueda perderse. Pues no, es totalmente falso. Una cosa es olvidar que lo llevas puesto, que en ciertos casos es algo común aunque debemos de tener precauciones.
Es aconsejable cambiarse cada poco tiempo. Claro que este detalle siempre será en función de la cantidad de flujo menstrual que tenga la mujer. Se dice que pasadas unas cuatro horas, debemos de colocar uno nuevo. Hay mujeres que esperan algo más y otras menos.
Lo que sí tenemos que tener muy claro es que no es aconsejable tenerlo durante muchas horas. Esto sí nos puede provocar algún tipo de reacción alérgica. Si no hay rastro de él o no consigues retirarlo, siempre puedes acudir a tu centro médico más cercano y verás qué rápido se soluciona.
[nextpage title= «Síndrome de Shock Tóxico»]
El síndrome del Shock Tóxico es poco frecuente, según aclaran los ginecólogos. Lo que ocurre es que hemos oído hablar tanto de él que no está de más conocerlo. Sin duda, es una enfermedad bastante grave que puede ser mortal. Está causada por medio de unas bacterias que provocan unas toxinas.
Eso sí, siempre que se pueda detectar con tiempo, hay tratamiento que terminará con esta enfermedad. Aunque no hay una evidencia total de que esté relacionada con el uso de los tampones, sí que se comenta que puede estar involucrado en el tipo de absorción que hayas elegido.
Es por ello que siempre es necesario decantarnos por el que se adapte a nuestras necesidades. Aunque es recomendable usar de menor absorción. De esta manera, nos llevará a lo antes comentado, de tener que cambiarnos más a menudo, pero es más saludable.
[nextpage title= «Después del embarazo»]
Después del parto también surgen dudas sobre si podemos usar o no los tampones. Está claro que tras dar a luz, los sangrados tiende a ser más abundante. Es por ello que se aconseja el uso de las compresas. Si bien, no solo porque nos amparan más sino porque el cuerpo todavía está muy delicado.
Podemos tener una infección si usamos los tampones, aunque no es siempre así. Hay que tener en cuenta que nuestro sistema está débil tras haber pasado por todos los cambios del embarazo. De ahí, que no es conveniente usarlos justamente tras el parto.
Debemos de hacerlo de una manera progresiva, mientras el cuello del útero no haya vuelto a la normalidad. Así que es mejor esperar unos meses para evitar ciertas infecciones. Seguro que cuando te des cuenta, ya habrá pasado ese período y podrás volver a usarlos como siempre.
[nextpage title= «Uso del tampón»]
Una de las dudas que a veces se disparan es saber cuándo podemos usarlo realmente. Está claro que cuando tenemos la regla es algo obvio, pero muchas mujeres piensan que cuando comenzamos a manchar, ya es hora de colocar uno. Pues parece que no, todavía no habrá la humedad necesaria en nuestro interior.
De esta manera, el tampón no ejercerá su función de una manera correcta. Éste necesita una cantidad de flujo necesaria para poder expandirse. De este modo, si todavía no cuentas con él, lo mejor es que optes por las compresas. Aunque te parezca lo contrario, también puedes acabar con una infección por este motivo.
Cuando no está ajustado de una manera correcta en nuestra vagina, puede causar esos peligros de infecciones. Del mismo modo ocurre que en ocasiones algunos de ellos son complicados de retirar y hasta de poner. Esto indica de nuevo, que la vagina no está lubricada de manera correcta.
