Después de 20 años en silencio, Rocío Carrasco daba un paso al frente en marzo de 2021 revelando su verdad a través de su propia docuserie, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’; un testimonio desgarrador en el que contaba por primera vez, y en primera persona, el infierno que vivió al lado de Antonio David Flores y el motivo por el que no tenía relación con sus hijos, Rocío y David Flores.
Lejos de quedarse ahí, y gracias a la fuerza que le dio confesar públicamente lo mal que lo pasó tanto durante su matrimonio como tras su separación del excolaborador – al que acusa de maltrato físico y psicológico – la hija de Rocío Jurado decidía hacer una segunda entrega de su documental para contar el por qué de distanciamiento tanto de la familia Mohedano como de José Ortega Cano.
‘En el nombre de Rocío’, una nueva docuserie que comenzaba este otoño y en la que, a lo largo de 14 capítulos, Rocío ha revelado el comportamiento más que cuestionable de sus tíos Amador y Gloria Mohedano tanto con ella como con su madre y ha descubierto una cara del torero que desconocíamos, dejando entrever que la chipionera no fue feliz en su matrimonio y así se lo hizo saber a su hija dejándole unos manuscritos cuyo contenido no se ha dado a conocer, aunque se especula con que en ellos se hablaría de un presunto maltrato de Ortega Cano a la artista.
Este lunes este camino ha llegado a su fin con la emisión del episodio final de la docuserie, ‘Todos contra una’, en el que ha vuelto a arremeter contra sus tíos – «Entiendo que a Amador le parezca normal lo que me pasó con ‘el ser’ porque perro no come perro» ha apuntado después de afirmar que su tía Gloria «no tiene vergüenza» – contra Ortega Cano – «Quiero recordarle que el que tiene una sentencia por negligencia a la educación de sus hijos es él. Ni yo, ni mi madre» ha dicho – y contra Olga Moreno, asegurando que «por el coño que ella no tiene he parido yo a mis hijos.
Además, ha respondido a las recientes declaraciones de Raquel Mosquera en ‘Sábado Deluxe’ asegurando que su entrevista le pareció «la misma vergüenza de siempre». «Ya están las cartas encima de la mesa» ha explicado, dejando claro que a la peluquera solo «le mueve el odio» hacia ella y «no le interesa ver la docuserie ni conocer la verdad porque sería reconocer muchas cosas».
Pero al margen de sus últimos dardos contra su familia, en el último programa de ‘En el nombre de Rocío’ hubo mucha emoción porque, como la propia Rocío ha reconocido, se cierra un capítulo de su vida: «Se acaba esto, pero comienzan cosas nuevas. Se acaba el tener que explicar la realidad, que ya era hora. Es el comienzo de una nueva etapa» ha afirmado visiblemente emocionada y conteniendo las lágrimas a duras penas.
«Quiero decir que esta andadura empezó hace dos años, ha sido un camino muy duro, pero un camino muy sanador y muy bonito y muy satisfactorio. Ha sido un camino donde todos estos que están aquí – en referencia al equipo que ha hecho las docuseries – y los que están en sus casas, la marea fucsia, no me han soltado de la mano ni un segundo. Lo único que puedo hacer es dar las gracias a Mediaset, a La Fábrica de la Tele, a mi equipo, a mi directora y a ti, Jorge» ha concluido rota en lágrimas y arrancando un emocionado aplauso de todos aquellos que han estado al lado de Rocío en esta especie de catarsis de la que ha salido renacida y fuerte y mirando al futuro con optimismo.