San José Pignatelli, a pesar de su nombre, fue un santo de origen español, quien con su trabajo y su esfuerzo impulsó que fuera restaurada la Orden de la Compañía de Jesús, que había sido suprimida en el año 1774.
Lo curioso del Santoral Católico es que nos brinda la oportunidad de felicitar varias veces durante el año a muchas personas que tienen determinados nombres, y eso nos pasa con San José Pignatelli, porque nos permite volver a felicitar por su onomástico a todos los bautizados como José o Josefa, quienes normalmente celebran su santo el 19 de marzo, y en España son muchísimos, de manera que felicita a tus familiares y amigos que se llamen así.
San José Pignatelli
Decíamos que, a pesar del nombre, se trató de un santo de origen español, porque, aunque ciertamente su familia era procedente de Italia, San José Pignatelli nació en la ciudad de Zaragoza, en el año 1737 y, desde una edad muy temprana, tuvo la oportunidad de formarse como jesuita, dedicándose a enseñar el catecismo a los presos y a los niños.
Pero el mayor logro de San José Pignatelli fue el de lograr salvaguardar el legado de los Jesuitas, que era una comunidad católica bastante numerosa. De hecho, en papa Francisco es miembro de la Orden Jesuita, o de la Compañía de Jesús, como también se la conoce.
El problema lo tuvieron con el rey Carlos III de España, quien a pesar de lo numerosos que eran los miembros de la Compañía de Jesús, ordenó que fueran expulsados de este territorio, aunque esta orden fue bastante flexible con los Pignatelli, porque eran miembros de una clase social que tenía una posición bastante elevada. Por cierto, en Inglaterra acaba la proclamación de Carlos III, su homónimo inglés.
Así, San José Pignatelli se podría librar del destierro, si aceptaba abandonar la Orden de los Jesuitas, pero el santo rechazó esta oferta y prefirió irse al destierro junto con sus compañeros sacerdotes, hasta que, finalmente, en el año1774, el papa Clemente XIV decidió dar cumplimiento a la orden del rey y suprimió la Orden de la Compañía de Jesús.
Se cuenta que un día, San José Pignatelli caminaba por una calle en Bolonia, cuando oyó decir a un vecino que se estaban llevando a cabo unas obras en una construcción cercana, que estaba siendo financiada con dinero que había sido recaudado por los Jesuitas.
Al escuchar esto, el santo dijo que sería apropiado que llamaran a esas obras y al edificio resultante ’Haceldama’, porque ese había sido el nombre dado a las tierras que se habían comprado con las treinta monedas que ganó Judas por haber vendido a Jesús.
Logró la rehabilitación de la Orden de los Jesuitas
San José Pignatelli nunca dejó su empeño en que se rehabilitara a la Orden Jesuita y su trabajo dio frutos, porque en el año 1804 este santo logró que la Compañía de Jesús renaciera en la población de Nápoles, y ha permanecido en el tiempo hasta el día de hoy, así como logró mantenerse unida durante la época en la que fue proscrita.
No cabe duda que la figura de San José Pignatelli tiene la importancia necesaria para ser recordado el día de hoy, pero el santoral del 14 de noviembre no está completo sin que agreguemos los nombres de otros santos y beatos que llevaron a cabo labores que fueron fundamentales para la Iglesia Católica y para la dispersión de la fe en el mundo, entre los que cabe mencionar a:
San Adeltrudis, San Alberico, San Andrónico, San Antigio, San Dubricio de Bardsey, San Esteban Teodoro Cuénot, San Hipacio de Gangres, San Jocundo, San Juan de Traú, San Lorenzo O´Toole, San Rufo de Aviñón, San Serapión, San Siardo de Mariëngaarde, San Teodoto de Heraclea, Santa Trahamunda de Pontevedra, San Venerando de Troyes, San Vitón, Beato Juan de Licio y Beato Juan de Tufaria.