Algunos estudios serios, han arrojado como resultado que, las parejas de más de 50 años, suelen disfrutar más intensamente de su vínculo, sin necesidad de sexo.
Aunque para algunas parejas en particular sea una imperiosa necesidad, no suele ser el común denominador.
El componente sexual, sin duda alguna toma relevancia a esta edad, en tanto ya no cuenta con la dotación en: vitalidad, vigor, actividad y líbido como en otras etapas de vida, por ello es que uno de los problemas sea sexual.
Conozcamos más acerca de este los problemas más comunes a la edad de 50 años y sus maneras de tratarlas. Bienvenidos (as)
Cuatro problemas típicos de parejas, después de los 50
Seguramente, habrá escuchado acerca de la crisis de pareja a partir de los 50 años ¿verdad? No en todos los casos son las mismas reacciones; lo que sí estamos seguros, es la capacidad adaptativa y reflexiva que se consolida a tal edad.
Veámoslo con más claridad:
1. Temor al futuro
Este patrón es repetitivo en las parejas a esta edad; el no saber a qué enfrentarse en lo cotidiano, la expectativa de las vivencias nuevas, o cómo se continuará el vínculo con los hijos y nietos, es un asunto de preocupación latente.
El re ajuste del sistema endocrino, comienza a pasar facturas acerca de cómo y qué sentir; no siendo consciente de ello.
En la naturaleza de libertad en la cual se concibe el hombre (como humanidad), comienza a deteriorar su valía personal, hasta el punto de buscar culpabilidad en “el otro”.
La solución ante ello, suele ser la infidelidad, el divorcio y otra consecuencia del mal manejo de la crisis.
2. La rutina
A esta edad, las personas se tornan metódicos, estructurados y reiterativos en sus patrones de comportamiento, no obstante, tal como dice la canción “No cabe duda, que es verdad que la costumbre, es más fuerte que el amor” y es cierto, la costumbre de llevar una vida rigurosa, gobernada por las pautas de inmediatez, rapidez y de atención a los hijos, continúa estando presentes en sus vidas.
Ahora bien, ¿Qué hacer ante ello? De manera práctica y progresiva, la idea será incorporar dinámicas nuevas a la rutina, es sólo así, que podemos prescindir de las más antiguas.
Por ejemplo, inscribirse en clubes sociales, de abuelos, de ajedrez, dominó, realizar cursos de capacitación u oficios, inscribirse en clases de yoga, en fin.
3. Crisis no tratadas
Discusiones pasadas, pleitos y rencillas no abordadas en su momento y disidencias de opiniones, son parte de los escenarios que se arrastran con el paso de la edad.
Este tipo de discusiones, parecieran haber culminado y no es así; realmente, han estado dormitadas, hasta qué, comienza a preguntarse ¿Seré un extraño/a para él/ella? ¿He obtenido la vida que creo merecer?
Por supuesto que cada una de estos cuestionamientos existenciales, van asociados a las crisis hormonales (biológicas), económicas, físicas y sociales.
4. Disminución del apetito sexual
Hemos mencionado la condición biológica de cambios hormonales y actitudinales propias de esta edad; los 50 años en adelante, han de suponer el “darse cuenta de”, son muchos elementos que despiertas y se manifiestan como una necesidad de no aceptarse con menos vigor, sensación de placer y menos potencia orgásmica.
Uno de los problemas fundamentales en los hombres es la disfunción eréctil, la cual puede ser atendida a través de un estimulante sexual verídico o imitación
Aunque no ocurre en todos los casos, lo recomendable es la ejercitación física, tomando en cuenta que la energía e potencia si se trabaja.