Tener una piscina en casa, pero también, tener una piscina de arena en un establecimiento comercial, puede dar pie a contar con un área de ocio, recreación y relajación sin límites. Dentro de todas las posibilidades existentes, una de las que está cobrando más fuerza en la actualidad, es la de las piscinas de arena.
A menudo también conocida como piscina de arena de cuarzo, se trata de una técnica de construcción que utiliza la arena de cuarzo y resinas formuladas precisamente para estos trabajos estructurales, en detrimento del hormigón convencional, que suele estar presente en las piscinas comunes. Aparte de su notable parentesco con una playa natural u orgánica, muchas de las características y virtudes que la han posicionado como una de las más buscadas, y ha pasado a ser furor en muchos lugares, tienen que ver con que está en boca de todos.
Un material mucho más versátil y duradero
La arena de cuarzo y las resinas que se utilizan en combinación con esta, constituyen un material mucho más versátil para trabajar en piscinas que, sobre todo, apuestan por la naturalidad de los resultados.
Las piscinas de arena tienen la particularidad de parecerse, en acabados, a una zona natural u orgánica, dejando de lado las piscinas donde su acabado prácticamente atenta contra la naturaleza del lugar donde se instalan. Este material, aparte de ser más versátil, es incluso más duradero, producto de las resinas utilizadas para complementar sus otras virtudes técnicas, garantizando durabilidad, resistencia a los agentes externos, higiene y resistencia a la tracción mecánica.
Mejor diseño y paisajismo
En ocasiones, no solo se quiere una piscina, sino que al contrario, se quiere una piscina que se pueda integrar totalmente con el ambiente natural que se quiere proyectar en un espacio exterior. En ese caso, las piscinas de arena son la mejor fórmula para lograr resultados increíbles.
Pero más allá de la naturalidad, el diseño es totalmente adaptable a lo que los usuarios quieran, ya que pueden tener tantos acabados y formas como sean posibles en la imaginación, sin que ello represente mayores complejidades para su materialización en la piscina.
Es por eso que las piscinas de arena son ideales para crear ambientes similares a un lago, o a una playa, incluso con dunas interiores, para hacer más naturales los ratos de ocio dentro de las mismas. Todo ello sirve, por supuesto, para dotar de belleza y elegancia a los espacios donde se construyen.
Bellas en todo momento
A nivel estético, algo que perjudica a las piscinas convencionales, es que en invierno suelen estar cubiertas todo el tiempo. Eso hace que se estropee el paisaje y se vea la piscina como un elemento que irrumpe en la belleza de todo el espacio.
Lo anterior no ocurre con las piscinas de arena, ya que no solo su material de construcción no se va a estropear, ni sufrirá ningún tipo de daño producto de las bajas temperaturas o de la lluvia, sino que al mismo tiempo, gracias a su acabado natural, puede dar pie a una belleza especial distinta, con un acabado similar a la de un lago, dotando de naturalidad al espacio exterior donde esté integrada.
Se realizan en menor tiempo
Hasta un 60% más rápido, sin contar que las necesidades de mantenimiento son inferiores. Es otra de las razones por las que las piscinas de arena de cuarzo están causando furor entre todos los que quieren construir una piscina en el jardín o incluso para un establecimiento comercial destinado a atender personas que buscan un momento de diversión.
Dependiendo de las resinas y compuestos utilizados, aparte de rápido, podría ser mucho más barato el desarrollo de un proyecto de este tipo. Lo que sí queda claro, desde luego, es que una piscina de arena de cuarzo puede llegar a ser de las mejores decisiones que se pueden tomar dentro de esta categoría de construcciones.