La sopa de ajo es una de las tantas sopas y caldos que reinan en los días fríos del invierno y junto a la sopa de cebolla es una de las más tradicionales y además, aunque su nombre indique que lleva ajo, la verdad es que su sabor es bastante suave y delicioso.
Los días de invierno ya se encuentran cada vez más cerca y los fríos y nevadas se hacen parte de la rutina diaria en muchas regiones de España. El frío es cada vez más abrumador y es por esto que consumir una buena sopa de ajo bien caliente puede devolver el alma al cuerpo. Quédate a conocer esta receta sencilla y de la abuela para calentar estos días.
9Prepara los huevos para añadirlos a la sopa
Para añadir los huevos, espera que transcurran los 15 minutos de cocción de la sopa de ajo y casca cada uno de ellos, ponlos en un recipiente y remuévelos un poco. Viértelos a la olla y deja que se cocinen con la sopa.
Si lo prefieres, también puedes añadir los huevos vaciándolos en dos lugares separados dentro de la olla; de esta manera se cocinarán enteros, pero créeme mezclados con el caldo, la consistencia resulta divina y el sabor también. Rectifica el punto de sal y retira la sopa del fuego, sírvela bien caliente.