Todo experto en videojuegos parece coincidir en un mismo hecho: lo peligroso que puede resultar el remake de Resident Evil 4. No para los jugadores, obviamente, sino para los propios responsables del juego: la compañía Capcom. A diferencia de lo ocurrido con Resident Evil 2 (que fue el origen de esta fiebre por las nuevas versiones de clásicos del terror), Resident Evil 4 puede ser un arma de doble filo. Por un lado, y a diferencia de otras entregas de la saga, parece que no ha envejecido demasiado. Por el otro, además, una nueva puesta a punto para mejorar la experiencia se antoja más necesaria de lo que a veces se puede presuponer.
Igualmente hay que recordar otros detalles, como el hecho de las numerosas ocasiones en las que Resident Evil 4, lanzado originalmente en GameCube, se ha vuelto a estrenar en otras consolas y generaciones. O dicho de otra manera: la gente no se ha olvidado tanto de Resident Evil 4 como podía suceder con Resident Evil 2. El reto para los japoneses detrás del título es mayúsculo: mantener su esencia pero adaptándolo a los tiempos que corren. Y eso, tratándose de un título que prácticamente definió las aventuras de acción en los videojuegos modernos, no parece sencillo.
Una vuelta al terror
La gran mayoría de seguidores de la saga Resident Evil, y apasionados a los videojuegos en general, acostumbran a coincidir en que Resident Evil 4 fue un auténtico juegazo en su momento. Bueno, y todavía lo sigue siendo en muchos sentidos. Pero incluso gozando de tan buena reputación, la verdad es que algunos ven o quieren ver en él al culpable de que el juego abandonara la senda del terror para orientarse más hacia los disparos. Suponemos que en un intento de Capcom por llegar a un público más amplio.
Sea como fuere, el remake de Resident Evil 4 resultará más terrorífico que el original. Por varios motivos a tener en cuenta. El primero, porque la mejora visual del juego, con un grado de detalle mayor, permitirán una ambientación más oscura, lúgubre y realista. Pero además por aspectos que no dependerán solamente de los gráficos. Por ejemplo, los enemigos tendrán una inteligencia artificial más pulida, por lo que los enfrentamientos con ellos resultarán algo más impredecibles.
Por si todo esto fuese poco, también conviene destacar que el juego no ofrecerá tanta munición como lo hacía el original. Es decir, que los rivales dejarán de “soltar” balas al morir, y administrar mejor cada recurso será más importante. Todo con un regreso del clásico maletín de la saga similar al de Village.
De hecho, es imposible no darse cuenta de algunas similitudes entre este último videojuego de la franquicia, cuya Definitive Edition acaba de ver la luz, y Resident Evil 4. Aunque son juegos distintos, sus similitudes van más allá de la ambientación rural, buhoneros incluidos.
Otro aspecto, no obstante, que también cambiará bastante la cara del título será el sigilo. En esta ocasión Leon Kennedy, que tendrá un aspecto ligeramente distinto al que recordábamos, podrá atacar a los enemigos al descuido y con ayuda del cuchillo. De hecho, tras observar el inicio de la aventura, es difícil no tener la sensación de que ya conoces lo que pasa en ella, pero que a la vez hay muchos aspectos nuevos. No en la historia, que será básicamente la misma, sino en su desarrollo: nuevos escenarios y momentos que, de alguna forma, seguro que logran despertar el interés incluso de los fans más acérrimos. Al fin y al cabo, en eso consiste un remake, ¿no?
Resident Evil 4 Remake se pondrá a la venta el próximo 24 de marzo para PS5, Xbox Series y PC. Capcom también ha confirmado su correspondiente versión para PS4.