El edadismo es una nueva forma discriminativa de tratar a las personas de mayor edad, bien sea de manera intencionada o no, y es la forma en la que se llama a un nuevo prejuicio que se basa únicamente en la edad que tiene un individuo. Estas prácticas deben ser cavadas de una buena vez, porque es tan destructiva como el racismo o el sexismo y las instituciones son las que deben dar el ejemplo.
¿Qué es el edadismo?
El significado de esta palabra aún no se encuentra recogido en el diccionario de la RAE, pero se pueden usar acciones cotidianas que, desafortunadamente, pasan con demasiada frecuencia, son todos los tópicos, comportamientos discriminatorios, así como las actitudes que se asumen hacia personas o grupos de ellas por causa de su edad, que en muchos casos es muy avanzada. Es una paradójica discriminación por la edad.
De acuerdo con las cifras que maneja la Organización Mundial de la Salud, el 50% de los individuos en todo el planeta son edadistas y asumen esas actitudes en contra de las personas de mayor edad. Incluso, en muchos supuestos, el edadismo y la discriminación por causa del género van de la mano, por ejemplo, las mujeres mayores sufren de una doble discriminación, por causa del género y de la edad.
Hay otros casos en los que al tratamiento discriminatorio incluye la etnia a la que pertenece la persona, de modo que llegan a sufrir también de racismo. Es cierto que la vez representa sortear ciertos retos, pero el ser tratado con una actitud edadista no debería estar entre ellos. Es por ello que se hacen campañas por erradicar la gerontofobia y el edadismo.
El edadismo y la actual sociedad
Lamentablemente, es una actitud que se presenta con bastante frecuencia en la sociedad actual, y se debe reflexionar sobre ese tema, porque se ha visto que la discriminación por causa de la edad ha llegado a adoptar múltiples formas.
Desde comentarios por las limitaciones psicológicas o físicas de un individuo, que se relacionan con su edad, hasta actitudes que infantilizan a los individuos mayores, pudiendo llegar a ser denigrantes, pero lo más grave es que también son utilizadas desde las prácticas políticas o institucionales y debe acabarse con esto.
¿De dónde surge el edadismo?
Tiene su origen en la simple observación del debilitamiento cognitivo físico de algunos individuos de edad mayor, como es el caso de los pacientes que sufren de demencia, que tiene la tendencia a convertirse en una característica que se generaliza y le es atribuida a los demás individuos mayores.
Considerar que los sujetos de mayor edad son vulnerables, dependientes y hasta poco útiles, con relación al resto de sus comunidades, es un tratamiento discriminatorio que acentúa las desigualdades de una sociedad. Se trata de un estereotipo que hace que las personas sufran de gerontofobia, que es el temor al envejecimiento, porque están convencidos de que van a sufrir de alguna enfermedad.
En resumen, el edadismos es una noción que supone que esa etapa de la vida en la que ya estamos viejos es mala, y se trata de una generalización que no tiene razón de ser, ni justificación social de ningún tipo, y mucho menos debe ser reforzada desde las instituciones.
¿Cuáles son los tipos de edadismo?
Entre los tipos de edadismo que se pueden reconocer en una sociedad, se encuentran:
- Edadismo institucional: que es ejercido por las instituciones por medio de servicios, de normas y de leyes. También se representa en el lenguaje que las instituciones emplean.
- Edadismo inconsciente a un nivel personal: se refiere a todas las acciones y palabras que las personas a título personal adoptan en su trato hacia los mayores, discriminándolos por razón de su edad sin darse cuenta.
- Edadismo intencionado: directamente se realizan acciones discriminatorias en contra de personas mayores de modo intencional. Ocurre cuando alguien quiere aprovecharse de un anciano por causa de que es vulnerable.
Tópicos que se relacionan directamente con el edadismo
Uno de los más conocidos es el de que ‘todas las personas mayores son inactivas’ lo cual es totalmente falso, y pensar de esa forma es un grave error. En la actualidad, hay seiscientos millones de individuos mayores en el mundo, y ese número se va a duplicar en los años próximos, previéndose que en el año 2050 será de dos mil millones.
Resulta que en muchos países, la gran mayoría de los individuos mayores a los sesenta años mantienen una excelente salud y son bastante activas físicamente, llegando a sostener aún sus trabajos y responsabilidades.
Otro tópico generalmente extendido es que las personas mayores ‘no entienden la tecnología y son incapaces de utilizarla’. Esta es una especie de edadismo digital, muy extendido entre los más jóvenes. Resulta que en el sector de las nuevas tecnologías es donde más se discrimina a las personas mayores, siendo muy prejuiciosos, cuando en realidad, lo que habría que hacer es tomarse la molestia de enseñarles con paciencia.
El edadismo protector es el que deriva del tópico ‘a tu edad no puedes hacer eso’, es cierto que no todas las actitudes discriminatorias derivan de las malas intenciones de otros, sino que pueden tener su origen en comentarios o comportamientos benévolos, pero eso es sobreproteger a los mayores e, incluso, hasta privarlos de su libertad.
La relación entre el edadismo y la dependencia
Esta es una especie de discriminación ejercida hacia los individuos de mayor edad, en particular en aquellos que no poseen autonomía. Desde el momento en que aparece la dependencia, inmediatamente se comienza a infravalorar al individuo mayor. El no poder valerse de manera autónoma, sin ayuda, no quiere decir que el sujeto no pueda hacer nada.
Sólo hay que ayudar a los sujetos de edad avanzada en aquello en lo que tal ayuda sea necesaria, pero deben ser animadas a mantenerse independientes, y a tomar sus propias decisiones, si tienen la capacidad para ello. El hecho de no poder caminar bien no significa que no puedan pensar.
¿Cuáles son las consecuencias del edadismo para la salud?
Según la OMS, la existencia en la sociedad de este tipo de actitudes negativas con relación a la edad y a los supuestos riesgos que ello va a representar para la salud hace que aquellos individuos que tengan una mala opinión sobre el envejecimiento, vivan siete años y medio menos, en comparación con aquellos que aceptan el proceso de envejecimiento como algo natural, que incluso llegan a disfrutar, ajustando sus actividades a sus capacidades autónomas.