Ricardo Morado, candidato de la ultraderecha en Galicia, también se baja del carro de Santiago Abascal. Se une así a Macarena Olona y a los díscolos de Vox Murcia, los cuales constituyen el sector más crítico con Abascal.
Macarena Olona no es vengativa. O al menos, no quiere parecerlo. Cuando esta semana se conoció el cese de Javier Ortega Smith como secretario general de Vox, la excandidata del partido ultra a la Junta de Andalucía rompía los lazos de su partido. Ahora se ha convertido en la mayor amenaza para el equipo de Abascal.
A ella y a los ex diputados de Vox Murcia se une una nueva víctima de la sumisión al partido de Abascal. Se corresponde con Ricardo Morado, que fue candidato de Vox a las autonómicas gallegas en 2020. Además, lideró el partido en la provincia de A Coruña, solicitando su baja como afiliado.
El propio ex alto cargo de la formación lo ha anunciado a través de sus redes sociales en un escrito en el que explica los motivos de una decisión «meditada». De inmediato ha recibido el cariño y el apoyo de otra ‘ex’, Macarena Olona, que por supuesto no pierde ocasión de mostrar su distancia con Abascal y compañía.
Morado le reprocha a la dirección del partido que el proyecto de Vox no avance de manera igual en todas las regiones o provincias.
Esto recuerda al sector más crítico con Abascal, Vox Murcia. Hace dos años los diputados díscolos fueron expulsados, al parecer, por no seguir las directrices de Vox Madrid. Los diputados Juan José Liarte, Francisco Carrera y María Isabel Campuzano crearon desde cero el partido en Murcia, sin apenas ayuda de los dirigentes que se encontraban en Vox Madrid. Al parecer, no seguir las directrices y defender a Olona en un momento clave, supuso su expulsión inmediata.
EL PROBLEMA DE SUMISIÓN DE VOX
Macarena Olona no ha dudado ni un minuto en apoyar a Morado, ahora ex de las filas de Vox. La exdiputada en el Congreso y, durante unos días también en Andalucía, ha contestado con otro tweet en el que escribe «Levantarte, luchar, encajar golpes. Pero arriba de nuevo. Fuerza y honor, Ricardo».
Morado en su escrito rechaza que se le pueda calificar de «traidor» y añade que es lo que se hace en el partido ante la «crítica constructiva». En particular, denuncia que en Vox se han confundido los términos de «lealtad y sumisión». «Lealtad es decirle a tu jefe lo que está haciendo mal y lealtad de tu jefe es que no te castigue por ello y todo lo demás es sumisión y ese no soy yo», incide.
Parece ser que la sumisión es un problema importante en el partido de Abascal. Una situación similar que se repitió en Vox Murcia con los despidos de los diputados al ser señalados como enemigos del líder del partido. De hecho, «tránsfugas», «ratas» o «traidores» son algunos de los calificativos que han recibido de sus excompañeros. El motivo: el acercamiento a Olona y el no obedecer a Abascal.
MACARENA OLONA DESTAPA LOS SECRETOS DE ABASCAL
Tras la salida de Ortega Smith del partido de Santiago Abascal, Macarena Olona no tiene ni el más mínimo remordimiento de haber provocado el despido de su «compañero de equipo».
Una de las razones se corresponde con que no era la primera vez que ex miembros de Vox acusaban al secretario general de soberbia y autoritarismo. Sobre todo, de dirigir el partido como si fuera un cuartel. Antes que ella, otros habían denunciado que los llamados hombres de negro, comisarios políticos a sueldo del aparato, intentaban acallar cualquier crítica con presiones y chantajes. De hecho, desprestigiaban a los disidentes con campañas de bulos en las redes sociales.
Sin embargo, ninguno tenía la proyección pública de Olona ni su carisma entre las bases del partido. Tras el fiasco electoral en Andalucía, la imagen de división interna aceleraba la caída de Vox que ya registraban todas las encuestas.
Ahora, Olona se une al recién expulsado Morado y a los ex diputados de Vox Murcia. Poco a poco está descubriendo la problemática del partido de Abascal y los defectos de su mandato que él mismo intenta ocultar. Las ideas que mantienen sobre el autoritarismo del partido de Santiago Abascal alimentan los rumores sobre la creación de una nueva fuerza política en la derecha.