Xavi Hernández sabe muy bien cómo se mueven los hilos en el FC Barcelona. Por eso es que a estas alturas de su gestión, cuando está más sentenciado que nunca, reconoce que todo se puede ir por la borda. El equipo no va a tener contemplación alguna con él, porque si los resultados no llegan, lastimosamente tendrá que irse. Esa es una realidad, e incluso los mismos fanáticos empiezan a hacerle presión a Joan Laporta para que tome medidas urgentes.
9El trabajo continúa
Por otra parte, el Barcelona tiene que volver al mercado de fichajes en el mes de enero, con la firme intención de hacerse de unos que otros jugadores.
Ya el verano debe quedar atrás, y el club tiene que centrarse en ir corrigiendo esas fallas que posee la rotación en aras de avanzar hacia la segunda etapa de la temporada.
Claro está, aparecerán viejos fantasmas para causarle estragos. Porque para fichar, los catalanes han de vender primero, y futbolistas como Gerard Piqué o Sergio Busquets, deberían sacarlos del club.