Este artículo va a sumergirse de lleno en el normalmente espeso mundo de los préstamos, a veces llenos de letras pequeñas y requisitos escondidos y otras veces con ofertas que se desvanecen o que cambian sus condiciones en cuanto se empiezan a concretar detalles. Por eso, se ha recurrido a un experto en esta área, Alfredo Barandiarán, fundador de Economía Responsable y trabajador en la materia desde hace años.
Según cuenta Alfredo, los mejores préstamos personales son aquellos que se van a ajustar más a las necesidades de las personas. Cada uno tiene sus prioridades y unas circunstancias específicas. Lo mismo ocurre con los préstamos, que cada uno tiene sus características. Se debe, por lo tanto, como si fuese un puzzle, tratar de buscar el préstamo que mejor encaja con la persona.
Alfredo da una serie de consejos que pueden ser claves en la elección y, además, advierte que es posible pedir un préstamo sin cambiar de banco:
Conocerse a uno mismo
Preguntarse cuál es la capacidad de endeudamiento, en cuánto tiempo se desea pagar, cuánto dinero se necesita realmente, cuáles serán los ingresos en un futuro. Estas y muchas preguntas más afectarán a la decisión de encontrar un préstamo realmente bueno para la persona.
Conocer el mercado
No se podrá encontrar un préstamo realmente favorable si no se dedica el tiempo suficiente a explorar el mercado. Estudiar las ofertas, mirar diferentes opciones y no conformarse con la primera oferta que haga el banco en el que lleva la persona toda la vida.
Para conocer el mercado también es posible usar los comparadores. Uno de ellos antes citado, Economía Responsable, nació con la vocación de ayudar a las personas a entender y conocer este tipo de mercados. Este comparador se puede aprovechar para conocer y contrastar los préstamos que se están ofreciendo en ese momento.
Hacer números
Parece obvio que se deben hacer bien los números en un préstamo, pero la mayoría de las personas terminan aceptando un préstamo sin llegar a «hacer los deberes» de forma correcta. Para calcular bien lo que se pagará con un préstamo o con otro, lo más aconsejable es sacar la calculadora o el excel y empezar a calcular y comparar. Saber cuáles son los ingresos y conocer detalladamente cuáles son los gastos mensuales, ayudará al solicitante a saber cuál es su capacidad de endeudamiento y, por lo tanto, la cantidad de dinero que puede ser prudente que pida prestada.
Equilibrio entre ahorro, liquidez y tiempo
Lo óptimo en un préstamo sería tener cierta capacidad de ahorro, a la vez que se tiene también liquidez para los gastos habituales e imprevistos, y poder devolver el préstamo en el menor tiempo posible. Como el mundo no es perfecto, lo normal es que se deba sacrificar alguno de estos tres aspectos o equilibrarlos de la mejor manera posible, pues los tres están íntimamente relacionados.
Hay quien prefiere ahorrar y tener cierta liquidez aunque tarde más en devolver el préstamo. Y también hay quien prefiere no poder ahorrar nada en un tiempo pero pagar el préstamo lo antes posible. Todas las opciones son buenas, mientras la decisión sea consciente y elija un préstamo acorde a sus preferencias.
Ofertas
El mercado de préstamos no deja de ser un mercado y, por lo tanto, también tiene sus ofertas. Cualquier persona puede aprovechar distintas campañas que los bancos de vez en cuando sacan para promocionarse. Incluso si ha encontrado un préstamo que mejora las condiciones que propone su banco de toda la vida, puede ir a su entidad para ver si ellos pueden mejorar esa oferta y conseguir así un préstamo en condiciones más favorables.
Finalmente, el proceso para conseguir un buen préstamo se podría resumir en dos premisas fundamentales: conocer las necesidades propias y estudiar bien el mercado de los préstamos. Y calcular todo con lápiz y papel o con un excel. Muchas veces lo más sencillo y obvio es lo que realmente se deja de hacer.