El merengue es una de las preparaciones más clásicas de la pastelería y es perfecto para decorar tanto un lemon pie como una deliciosa tarta tres leches. Esta crema dulce, blanca y a la cual puedes colorear de los colores que desees y además saborizar con el saborizante que prefieras, es versátil, deliciosa y te permite cambiar completamente el aspecto de tu postre favorito.
Ahora bien, aunque se trata de una preparación muy tradicional y básica de la pastelería, preparar un merengue perfecto tiene algunos pasos que se deben seguir para garantizar que quede calidad, pues en la pastelería, con un pequeño error de cálculo y añadir un poco más o un poco menos de determinados ingredientes, puede marcar la diferencia. Además de las cantidades, también hay que tener en cuenta otros aspectos que son definitivos para que puedas tener el merengue perfecto, acompáñame a conocerlos.
9Así preparas el merengue perfecto
Separa las claras de las yemas con sumo cuidado para que las claras no terminen con ningún rastro de la parte amarilla. Coloca las claras en un bol lo suficientemente amplio que te permita batir con calma, y una vez que hayas colocado las claras en el bol, añade la pizca de sal para que te ayude a subir más rápido. Comienza a batir a velocidad media con la ayuda de un batidor eléctrico y no dejes debatir en ningún momento para que comience a tomar cuerpo.
Cuando notes que las claras comienzan a montar, comienza a añadir el azúcar poco a poco. Es importante que la incorporación del azúcar la vayas haciendo poco a poco, de manera tal que la que hayas añadido se vaya disolviendo antes de continuar añadiendo el resto. La preparación de este merengue lleva su tiempo, pero bien vale la pena tener paciencia. Cuando termines de añadir el azúcar notarás como la crema se ha formado y el merengue está con una consistencia perfecta que incluso si volteas el bol no caerán del recipiente.