Varios clubes de fútbol rechazan el texto de la Ley del Deporte por considerar que favorece la creación de la Superliga, que haría “mucho daño” a la competición, y avisan de que no quieren volver a un “pasado oscuro” de hace diez años en el que había “bancarrotas”.
En el marco de la apertura de la jornada 11 de LaLiga Santander y 12 de la Liga SmartBank, varios clubes aprovecharon para culpar de nuevo al principal partido de la oposición, el PP, y al Gobierno, de romper el consenso que imperaba en la gran mayoría del fútbol profesional español con la redacción de la nueva Ley del Deporte, por la retirada de enmiendas que dotaban de seguridad jurídica a los derechos comerciales y televisivos de la competición, así como protección ante la Superliga.
Así lo expresaba, por ejemplo, el responsable de negocio del RCD Mallorca, Alfonso Díaz, antes del partido que el equipo balear disputó en Mestalla contra el Valencia CF ayer, viernes. “Es una situación complicada. Hay profundo malestar en la inmensa mayoría de los clubes que formamos la competición por lo que se está produciendo”, lamentó. Solicitó al Gobierno y a la oposición que “den un paso adelante y que apoyen y que sean conscientes de que abrir la puerta a la Superliga es algo que va a hacer mucho daño a la competición tal y como la entendemos hoy en día”.
Díaz alertó de que la supervivencia de LaLiga “está en juego” y advirtió de que los clubes no quieren “volver al pasado, a ese pasado oscuro, anterior al Real Decreto de hace unos 10 años, donde había situaciones de crisis de bancarrotas o concursos de acreedores, y el Mallorca es un ejemplo de ello”.
También, en la misma línea, habló el director corporativo del Valencia, Javier Solís, quien trasladó que la postura de este club es “de preocupación y de rechazo total al nuevo texto legislativo que hemos conocido. Al fin y al cabo, lo que necesita el fútbol español, tanto en primera como en segunda división, es una seguridad jurídica que nos permita seguir creciendo a los clubes como venimos haciendo en los últimos 10 años”.
Criticó al Gobierno por no calibrar los “daños y perjuicios que puede provocar al campeonato” y por favorecer “a la ya muy manida Superliga, que apoyan solamente un par de clubes”.
Los equipos de fútbol temen por la posibilidad de perder el negocio de 200 millones de euros por ingresos comerciales al año que perciben de manera directa y que repercute en el control económico que se hace para asegurar la sostenibilidad de la competición, así como advierten de que pone en riesgo el contrato con más de 50 patrocinadores a nivel internacional.
Además, los clubes de LaLiga SmartBank también han alzado la voz como el presidente del Huesca, Manuel Torres, quien puso el foco en lo que aportan los que forman parte de primera y segunda división al deporte español. “El partido en el Gobierno y el principal partido de la oposición tienen que ser conscientes de que este es un modelo eficiente y que no solo es sostenible para los clubes, sino que también es sostenible para el resto del deporte en España, porque LaLiga contribuye al fútbol no profesional también a través del Consejo Superior de Deportes y a través de la partida de derechos de televisión, la cual va hacia los clubes amateurs”.
Los clubes que forman parte de LaLiga entregan anualmente alrededor de 70 millones de euros al Consejo Superior de Deportes con ese propósito, además de los 100 millones a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), dinero que ayuda al desarrollo de las categorías inferiores de todo el fútbol español. El presidente del Huesca continuó señalando que si se apela al “sentido de responsabilidad, democratización y solidaridad en el fútbol”, el proyecto de ley debe modificarse.
Por su parte, el presidente del Alavés, Alfonso Fernández de Trocóniz, señaló que la Ley del Deporte “causa un perjuicio enorme a los clubes” y “altera todo el modelo de crecimiento en el que llevamos tanto tiempo trabajando y que ha supuesto que los clubes pasemos página y olvidemos situaciones de hace 10 años”. “Nosotros no queremos que se nos dé nada, simplemente que se nos deje mantener lo que tenemos actualmente”, clamó el máximo responsable del Alavés.
El próximo 27 de octubre, los clubes se reunirán en la Asamblea Extraordinaria de LaLiga y pondrán encima de la mesa acciones como un parón de la competición, aunque ambas partes, según lo declarado tras la reunión entre Gobierno y clubes de comienzos de esta semana, abogan por el diálogo.