La Guardia Civil ha desmantelado en Sevilla una organización especializada en la distribución de drogas y tabaco de contrabando en patinetes eléctricos por toda la provincia. Hay 26 detenidos que ofrecían, a modo de supermercado de drogas, todo tipo de sustancias. Para evitar posibles controles, los narcotraficantes utilizaban a menores para los repartos a domicilio, desplazándose éstos en patinetes eléctricos.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Sanlúcar la Mayor autorizó 17 entradas y registros en las localidades de Pilas, Aznalcóllar, Aznalcázar y Alicante. En ellos, la Guardia Civil encontró 430 pastillas de clonacepam, más 200 gramos de cocaína, heroína, cogollos de marihuana, hachís, tabaco picado y 6.700 cajetillas, además de diferentes armas, básculas de precisión, 20.000 euros en efectivo, vehículo y patinetes. En el operativo han participado 200 guardias civiles de las Comandancias de Sevilla y Alicante, GAR (Grupo de Acción Rápida) y GRS nº2 (Grupo de Reserva y Seguridad).
En una nota de prensa, la Guardia Civil ha informado este sábado de que la red usaba grupos de mensajería instantánea para avisar de la presencia policial. Los componentes de la organización tomaban numerosas medidas de seguridad, utilizando para ello «aguadores» o «puntos» para evitar la acción policial. La organización estaba asentada en las localidades de Pilas, Aznalcázar y Aznalcóllar, donde mantenían abiertos diversos puntos de venta y distribución.
La operación se inició el pasado mes de febrero cuando guardias civiles del grupo ROCA de Sanlúcar la Mayor detectaron en Pilas una serie de delitos contra las personas y el patrimonio, así como varios vehículos que intentaron fugarse de los controles policiales. En uno de los controles, al intentar detener el vehículo, el conductor salió huyendo e intentó atropellar a uno de ellos, dándose a la fuga y siendo posteriormente detenido.
Los investigadores averiguaron que la organización tenía también una rama ubicada en Alicante, en la comunidad valenciana. En esta provincia, los narcotraficantes adquirían clonacepam, un medicamento prescrito principalmente mayoritariamente a toxicómanos. Esta sustancia se enviaba a Marruecos donde su precio se duplica. Allí se «cocinaba» con hachís elaborando karkubi, que después era introducido en España. El karkubi es una nueva droga que genera un grave riesgo para la salud al afectar al sistema nervioso central, lo que provoca alucinaciones y alteraciones en la conducta.