Dentro de la ciudad de Granada, su primera y más deslumbrante joya es La Alhambra. Maravilla de la arquitectura, aparece como una poderosa fortaleza, pero en su interior alberga numerosos palacios y jardines que dejan asombrado a cualquiera que los disfruta.
De hecho, este es el monumento de España más visitado, con más de 2 millones de turistas al año. Además, fue declarada Patrimonio cultural de la humanidad en 1984. Una de sus singularidades es que ha conseguido sobrevivir a los terremotos durante siglos gracias a que sus muros son de tierra apisonada y las columnas tienen una lámina de plomo que hace que el edificio baile si hay temblores.
La Alhambra aguarda piezas de un valor incalculable
Es así que en la historia de nuestros tiempos existen multitud de leyendas que apuntan a que la fortaleza nazarí esconde bajo sus muros auténticas riquezas de valor incalculable. Un mito popular que quizá tenga su origen en una historia real: la existencia en las proximidades de la Alhambra de unos yacimientos auríferos que se explotaron ya desde la época romana y que fueron conocidos como ‘Conglomerado Alhambra’.
La Alhambra fue fruto de la alquimia que transformó la roca en vergel. Las obras que se iniciaron en el siglo XIII convirtieron aquel enclave seco y pedregoso en un auténtico oasis. Se alzaron refinados palacios, se rellenaron barrancos, se canalizó el agua del río Darro para regar los jardines, se plantaron jazmines, arrayanes, rosaledas, cipreses y árboles frutales, y se abrieron patios con refrescantes fuentes para el disfrute del sultán, de su familia y de su harén.
Son 2.000 piezas almacenadas para ser expuestas
En ello, lo que sabemos en estos tiempos es que los antiguos museos de la Alhambra tienen más de 2.000 piezas almacenadas de una manera considerable. Tanto es así, no obstante, que ahora, estos mismos tesoros que han sido almacenados durante más de 27 años, buscan un museo donde ser expuestas.
En este sentido, esta serie de piezas pretenden contar con un espacio para pasar a formar parte del patrimonio expositivo del monumento nazarí de la Alhambra. Parte de la colección se quedó en esta sede expositiva que se cerró en el año 1995 y que el Patronato de la Alhambra no se ha decidido a sacar hasta ahora, casi tres décadas después.
Las piezas más significativas, a través de las cuales se muestra «la vida cotidiana, más que la de las elites» y también «que Al-Andalus no fue un periodo único, sino varios siglos donde hubo cambios en la vida y en los estados».
Un conjunto monumental
Según explicó la directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, entre las piezas ‘estelares’ que se han sumado al patrimonio del conjunto monumental se encuentran el cuadro de Fernando Marín (1737-1818) ‘Vista de Granada desde el Camino del Avellano’; dos pinturas de la serie ‘Alhambra’ de Soledad Sevilla (Valencia, 1944), tituladas ‘Sabrás de mi ser si mi hermosura miras’ (1984) y ‘La oscura esquina que tiznó la sombra’ (1984); el libro de Torre Farfán y un lote de dibujos de Mariano Fortuny (1984-1874).
La construcción de La Alhambra tal y como la conocemos hoy en día inició en 1238 por parte de Al-Ahmar, fundador de la Dinastía nazarí, quien decide instalar en ese lugar la sede de la corte. En un principio, el complejo arquitectónico fue utilizado como palacio, ciudadela y fortaleza, y tras 1492 fue establecida como Casa Real por los Reyes Católicos. En la actualidad, ya en dominio del Estado, este Monumento Nacional impresiona a quien lo visita, y permite adentrarse de lleno en la historia de la ciudad nazarí.