Te gustan los zumos y te los preparas todos los días, pues déjanos decirte que eso es algo muy bueno para el organismo, porque mientras más natural sea lo que tomemos, más beneficios obtendremos, pero si agregamos verduras en el zumo, nos va a sobrar una pulpa y la tendencia que tenemos es a tirarla a la basura y es allí en donde estamos cometiendo el error.
8Galletas con pulpa cruda
Son galletas sanas, que no tienen gluten y probablemente al principio no parezcan tan apetitosas, pero te aseguramos que van a ser todo un éxito en la merienda o para cualquier reunión. Duran mucho y las puedes untar en alguna clase de salsa como la salsa hecha con espinacas, el guacamole o el humus y el ingrediente principal es la pulpa sobrante de los zumos.
Ideales para los que son celíacos, intolerantes al gluten o alérgicos, además de constituir un bocado saludable y muy limpio, podrás utilizar la pulpa de cualquier verdura, aunque para esta receta usaremos la pulpa de las zanahorias.
Necesitas dos tazas de pulpa de zanahorias, un cuarto de taza de semillas de lino, previamente molidas, una cucharada de semillas de chía, un cuarto de taza de harina de quinoa, media cucharada pequeña de sal marina y media taza de agua, también puedes agregar semillas de sésamo.
No tiene que ser todo necesariamente pulpa de zumos de zanahorias, ya que la pulpa de los zumos las remolachas también funciona en esta preparación y las dos tazas de la verdura las colocas en un boll, con las semillas molidas de lino, las semillas de chía, la harina de quinoa y la sal. Puedes usar cualquier tipo de harina, o no usar ninguna, porque las semillas en polvo pueden aglutinar la mezcla.
Para que la mezcla quede bien
Trata de que la pulpa se zanahorias quede totalmente cubierta por la harina de quinoa y déjalo reposar por cinco minutos, y así la quinoa va a absorber todo el líquido de la pulpa de las verduras. Añade primero la mitad del agua y comienza a mezclar todo. Si con esa cantidad de agua consigues armar una bola que se pegue, entonces ya está listo. Si no se forma la bola pegajosa sigue agregando agua poco a poco hasta que lo logres.
Debes dejar reposar la masa y después aplanarla para darle la forma de un disco, que colocarás sobre papel pergamino y cúbrelo con otro trozo de este papel, sigue aplanando hasta que tenga un grosor de tres milímetros, aunque la puedes hacer más gruesa, dependiendo del tipo de galleta que quieres. Si la haces muy delgada, puedes hacer crujientes para una ensalada.
Ahora quita el papel de arriba, espolvorea las semillas de sésamo y de chía por encima, vuelve a tapar con el papel y presiona para que las semillas entren en el interior de la masa, luego puedes tomar un cuchillo o un cortador de pizza, si lo tienes, y corta la masa en pedazos del tamaño de galletas.
Llegó el momento de hornear
Ahora introduce la masa cortada usando el papel pergamino de debajo, colocándolo en una bandeja de hornear y métela al horno a 175º por cuarenta minutos. Es posible que tengas que ajustar los grados del horno, dependiendo de cuán húmeda esté tu masa y podrás saber que ya están listas cuando las presiones y ya no cedan. Además, mientras se estén horneado, verás que se separan y se encogen.
Y hay muchas más recetas, de polos, de crema de queso para untar, las posibilidades son infinitas, sólo tienes que investigar un poco y encontrarás recetas perfectas para usar esa pulpa de zumos que normalmente desechas.