Las ocupaciones llevan años multiplicándose en todo el país. Es por este motivo que algunos propietarios, especialmente aquellos que no son grandes tenedores de viviendas, acaban desistiendo de su idea de obtener un rendimiento económico alquilando casas y/o pisos.
Sin embargo, hay varias maneras de alquilar una vivienda sin que ello traiga consigo problemas o, como mínimo, reducir al máximo las posibilidades de que esto suceda. El primer método consiste en asegurar tu alquiler, contando para ello con varias soluciones como las que ofrecen los expertos de DAS.
Por otra parte, también puedes optar por llevar a cabo otra acción que precisamente realizan este tipo de profesionales. Nos referimos a hacer un estudio de solvencia del inquilino.
Lo ideal es precisamente contratar un producto como el de DAS Seguros que incluye además de las coberturas de protección por impago de alquiler o las garantías de defensa jurídica, el estudio para conocer la solvencia de aquellas personas que tienen intención de alquilar la vivienda.
Hablando del estudio en sí, hoy en día adquiere una especial importancia. Pero, ¿a qué es debido? A continuación, analizaremos los motivos que dan pie a que sea tan relevante el estudio de la capacidad solvente de los futuros inquilinos.
En qué consiste el estudio de solvencia del inquilino
Básicamente se trata de un análisis que abarca varios aspectos relacionados con la economía del inquilino.
El objetivo del estudio de solvencia del inquilino es claro: averiguar si será capaz de afrontar los pagos mensuales, ya que en caso contrario incurriría en una morosidad que acabaría afectando gravemente al propietario.
Aspectos que se comprueban al estudiar la solvencia de un inquilino
La importancia de este análisis viene dada por los aspectos tan trascendentes que son tratados. Pero, ¿a qué información nos referimos? En primer lugar, conviene hablar de uno de los datos que aportan más tranquilidad a los propietarios de viviendas que quieren ponerlas en alquiler. Nos referimos a averiguar si el nombre del posible inquilino está en un registro de morosos.
Conviene destacar que, para saber si ha tenido una morosidad en el pasado o su nombre está ‘limpio’, es esencial pedirle permiso a la persona en cuestión con tal de realizar la correspondiente búsqueda. Precisamente es entonces cuando tal vez recibas la primera señal negativa que te indicará que no es buena idea alquilarle tu vivienda a ese individuo en concreto. Nos referimos a la negativa a investigar su morosidad. ¿Por qué iba a negarse si todos sus pagos los ha realizado al día?
Esta comprobación comprende impagos relacionados no solo con otras viviendas a cuyos propietarios no les pagó a tiempo. Adicionalmente también abarca compañías de varios tipos, desde empresas de telefonía hasta eléctricas y tantos otros negocios que no dudan en incluir el nombre de sus clientes en estas listas si incurren en morosidades.
Otro aspecto comprobado en un estudio de solvencia del inquilino es el de la vida laboral. Allí aparecen todos los empleos que ha tenido la persona que quiere alquilar tu vivienda. Si ha ido cambiando entre muchos trabajos tal vez no sea una buena señal. Todo lo contrario, sucede en caso de que lleve numerosos años en la misma empresa.
Continuando con la información que aporta este estudio, llega el momento de abordar una de las más importantes: el sueldo cobrado a lo largo de los tres últimos meses. En función del salario que cobre sabrás si está capacitado o no para hacer frente a los pagos mensuales del alquiler de tu vivienda.
Pero, ¿y si se trata de un trabajador autónomo? En este caso también es posible estudiar su solvencia como posible inquilino. Lo único que tienes que hacer es pedirle la declaración de Hacienda, además de aquellas que son de carácter trimestral y que muestran tanto el Impuesto sobre el Valor Añadido como el IRPF. Analizando dichos datos sabrás si tiene los ingresos necesarios con tal de afrontar un alquiler de una casa o un piso.
Seguidamente llega el momento de abordar aquello que tanta importancia tiene en pleno 2022: el extracto bancario. Y es que tal vez la situación laboral actual del inquilino no sea demasiado boyante, pero sin embargo tiene mucho dinero ahorrado en su cuenta bancaria. En ese caso quizá sí te interese alquilarle tu vivienda.
Por último, el estudio de solvencia de un inquilino también suele abarcar referencias de otros inquilinos. Quizá sea el primer alquiler que vaya a contratar la persona que se ha fijado en tu casa o piso, pero es habitual que en el pasado hayan tenido lugar alquileres de otras viviendas cuyos caseros podrán hablarte bien o mal del sujeto en cuestión.
Si las referencias que recibas son buenas, el extracto bancario refleja una cifra considerable, las nóminas de los últimos tres meses superan los mil euros y no hay registros de morosidad, sabrás que el inquilino difícilmente será sinónimo de impagos. Aun así, es recomendable asegurar el alquiler con una empresa muy experimentada como DAS Seguros.