La cerámica es una excelente opción para decorar espacios por dos motivos principales. El primero de ellos es la belleza de las piezas de cerámica, sumado a que la versatilidad de diseño de las mismas puede ayudar a que los espacios se transformen en verdaderos museos. El segundo motivo es la resistencia y utilidad del material, con el cual se pueden fabricar desde utensilios para la cocina como platos de cerámica o fuentes de cerámica, hasta piezas meramente decorativas.
Aprovechando los beneficios de este material, MARTINAS Ds ha diseñado la Collioure Cerámica, una colección con alma mediterránea.
Productos artesanales hechos en España
En MARTINAS Ds diseñan todos sus estampados a mano. Dibujos inspirados fundamentalmente en la naturaleza. Sus creaciones poseen una fuerte influencia mediterránea, siempre con el objetivo de reflejar su luz tan especial. Una vez creados, sus diseños se trasladan a superficies y materiales diversos como el lino, la loza o el papel. En este proceso de creación intervienen algunos de los mejores artesanos en el oficio.
Sus colecciones nacen, por ende, desde la naturaleza que inspira los diseños, hasta las piezas que son incluidas en los hogares de sus clientes, con el objetivo de dejar que la naturaleza los invada.
Collioure Cerámica, una nueva colección
MARTINAS Ds presenta la versión dorada de su colección Collioure Cerámica, llevando los atardeceres mediterráneos a la mesa de sus clientes. Esta hora mágica, tan valorada por los artistas, es ese momento que dura escasos minutos antes de la puesta de sol. Al borde del mediterráneo, la luz que refleja el mar irradia un resplandor único.
MARTINAS Ds se inspira en esa atmósfera para proponer el nuevo colorido de su colección de platos y fuentes de cerámica Collioure. El dorado añade luminosidad y sofisticación a la mesa y permite la combinación con otras piezas, en azules y rosados, planteando un arte de la mesa muy Mediterráneo.
Cerámica y arte made in Spain se fusionan y dan lugar a dos versiones: las piezas lisas y las salpicadas. Las primeras recogen irregularmente el color y las segundas introducen unas pequeñas salpicaduras más intensas. Como reflejo del proceso artesanal detrás de ellas, cada pieza es única. No hay dos iguales, porque ese es el atractivo de lo hecho a mano.
Como consecuencia, con la colección de cerámica Collioure se crea una mesa cálida y mediterránea donde la luz se mueve a sus anchas, el color trasporta a los comensales a la naturaleza más amable y solo queda disfrutar de ese estilo de vida tan arraigado a las costumbres españolas.