Los bollos de leche son unos panes pequeños, ideales para cualquier ocasión, y bien sean para el desayuno o una entretenida merienda, los puedes comer solos o acompañarlos con mantequilla, crema de cacahuete, queso o chocolate. Hoy podrás aprender cómo los puedes preparar y que te queden esponjosos y por supuesto, muy ricos.
Estos panecillos son mundialmente conocidos y existen diversas versiones, unas más deliciosas que otras; sin embargo, las características que comparten son su tamaño reducido y su esponjosidad.
6Prepara los bollos de leche
Una vez haya transcurrido el tiempo de la primera fermentación, toma la masa, colócala sobre una superficie lisa, y agrega un poco de harina. Amasa nuevamente por unos 3 minutos para que expulse un poco de aire y tome su tamaño real. Toma una bandeja de hornear y coloca sobre la superficie una capa de papel encerado o de hornear.
Corta la masa en porciones del tamaño de una manzana pequeña, puedes hacerlo con forma circular u ovalada y coloca sobre la bandeja con papel de hornear. Una vez que tengas toda la masa en forma de círculos sobre la bandeja, cubre nuevamente con un paño para la segunda fermentación por otras dos horas.