Los bollos de leche son unos panes pequeños, ideales para cualquier ocasión, y bien sean para el desayuno o una entretenida merienda, los puedes comer solos o acompañarlos con mantequilla, crema de cacahuete, queso o chocolate. Hoy podrás aprender cómo los puedes preparar y que te queden esponjosos y por supuesto, muy ricos.
Estos panecillos son mundialmente conocidos y existen diversas versiones, unas más deliciosas que otras; sin embargo, las características que comparten son su tamaño reducido y su esponjosidad.
4Agrega la mantequilla a la masa
Una vez que hayas integrado toda la leche, añade la mantequilla y amasa empleando las manos por unos 10 minutos. En un primer momento, la masa estará muy pegajosa, pero a medida que los ingredientes se integran esta va cambiando y se hace más manejable.
Luego de que la mantequilla se haya integrado, haz una bola con la masa, colócala en un recipiente y cúbrela con un paño para que repose la masa.