El conflicto armado entre Ucrania y Rusia ha provocado una fuerte crisis energética a nivel internacional. Una crisis que también ha afectado al mercado de las materias primas, ha incrementado pequeños factores económicos deteriorados tras la pandemia del coronavirus. Una situación que afecta a la economía de multitud de países, entre los que se encuentra España, que ve ralentizarse su crecimiento, a pesar de las positivas palabras de la ministra Nadia Calviño. Un resquicio de esperanza que también parece contemplar el FMI.
Sin duda, la pandemia del coronavirus suponía una paralización prácticamente absoluta de la economía a nivel mundial. Un «parón económico» que afectaba especialmente a España, donde gran parte del PBI nacional depende, directa o indirectamente, del turismo. Complicaciones económicas que en los últimos meses se han sumado a la crisis energética y de materias primas provocada por el conflicto armado entre Ucrania y Rusia, y que podrían ser determinantes para el futuro económico del país en los últimos años.
Algo que ha reconocido la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. Y es que la socialista no ha dudado en confirmar ante los medios de comunicación que el Producto interior Bruto nacional del próximo año sufrirá una ralentización en su crecimiento.
Así pues, mientras el Gobierno nacional contempla un crecimiento en 2022 que alcance el 4,4%, las previsiones de cara a 2023 parecen ser mucho menos optimistas. En concreto, apenas se acercarían al 2%. «En este momento, lo que prevemos es una ralentización del crecimiento muy significativa» ha reconocido Calviño.
Eso sí, la vicepresidenta del Gobierno no ha dudado en asegurar que, a pesar de la caída del crecimiento, España se mantiene «a flote» económicamente. En concreto, Calviño no ha dudado en destacar la «fuerte resiliencia de la economía española» frente a los factores que parecen estar afectando al PIB nacional.
EL FMI REFUERZA LAS PALABRAS DE NADIA CALVIÑO
Unas palabras de la ministra socialista que han sido «reforzadas» por los últimos informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) que, este martes, rebajaba sus previsiones de crecimiento del PIB a nivel internacional. Unas previsiones que, en el caso de España, son menos positivas que las estipuladas por Nadia Calviño.
Así pues, según los datos del FMI, mientras el crecimiento de la economía española se quedará en un 4,3% en este 2022, las previsiones de 2023 auguran una caída de este crecimiento hasta el 1,2%, lejos de las cifras de la socialista, pero acordes a la «ralentización» destacada por Calviño.
Una ralentización que, sin embargo, el FMI ha asegurado que se producirá, no sólo en el panorama nacional, sino en el conjunto europeo, viéndose afectadas otras economías como la francesa o la italiana. Una caída en el crecimiento ante el que el FMI ha asegurado que factores como la guerra ucraniana o a pandemia del coronavirus serán claves en los próximos meses.
«La futura salud de la economía global depende críticamente de la calibración adecuada de la política monetaria, el curso de la guerra de Ucrania y la posibilidad de más problemas de oferta relacionados con la pandemia, por ejemplo, en China» destacan desde el FMI.
Palabras que muestran que, a pesar del positivismo del que ha hecho gala Nadia Calviño ante la complicada situación económica española, lo cierto es que aún quedan muchos factores que podrían alterar las cifras previstas, así como el panorama económico internacional, augurando un futuro incierto tanto para España como para sus principales aliados europeos.