Santa María Soledad Torres Acosta es una santa reconocida por haber sido una excelente cuidadora de los enfermos, que logró fundar la Orden de las Hermanas Siervas de María. De acuerdo con los datos que suministró el Instituto Nacional de Estadística español, existen alrededor de 47.000 damas que deben ser felicitadas por sus familiares y amigos hoy, por haber sido bautizadas con el nombre de María Soledad.
Santa María Soledad Torres Acosta
Santa María Soledad Torres Acosta, nacida con el nombre de Bibiana Antonia Manuela Torres Acosta, en la ciudad de Madrid, el día 02 de diciembre de 1826 Madrid, fue una religiosa española que es venerada como una santa por la Iglesia católica. De hecho, en el año 2016 se hizo una película de nombre Luz de Soledad en la que se cuenta sobre su vocación y sobre las dificultades de sus primeros años como fundadora de la Orden.
Fue hija de una familia sencilla que se convirtió en una ayudanta de la Congregación de las Hijas de la Caridad, que mantenían una casa para personas mayores necesitadas en la parroquia de San Martín, al mismo tiempo que asistía a educarse en una escuela gratuita.
Santa María Soledad Torres Acosta fue la fundadora de la Orden de las Ministras de los Enfermos, que es como se conoce a la Orden de las Hermanas Siervas de María. Desde muy joven, esta madrileña fue una entusiasta de las creencias en Cristo. Su historia comenzó en el año 1826, cuando después de haberse interesado por la obra que realizaban las hermanas Vicentinas, quienes se encargaban del cuidado de los más pobres, quedó admirada por la compasión que éstas mostraban.
Entonces, al llegar a los 25 años de edad, quiso ingresar en una comunidad de monjas dominicas, pero tenía que esperar a que hubiera lugar. En ese momento oyó hablar de la idea de un sacerdote de Chamberí, Miguel Martínez y Sanz O.S.M., que quería formar un grupo de mujeres que tuvieran cuidado de enfermos sin recursos en sus mismos domicilios y que, si llegaba el caso, les ayudaran a prepararse para una buena muerte, de modo que acudió hasta el párroco de Chamberí, que para aquella época era un barrio que se encontraba habitado exclusivamente por personas que no tenían los recursos necesarios para subsistir.
La vida de esta Santa en una película
La joven María Soledad se sintió atraída por una iniciativa del párroco que se dedicó a reunir a un grupo de mujeres voluntarias que hacían esfuerzos por atender a las personas enfermas que se encontraban en sus domicilio, ya que en aquel momento Madrid estaba siendo azotado, como el resto de Europa, por una epidemia de cólera, y ya los hospitales no se daban abasto y no podían recibir a nadie más.
Fue de esta manera que Santa María Soledad Torres Acosta, junto con otras seis compañeras, pudo fundar la Orden de las Siervas de María o de Ministras de los Enfermos un día 15 de agosto del año 1851, adquiriendo el nombre de Santa María Soledad Torres Acosta, dedicándose en cuerpo y alma a cuidar a los enfermos que no podían recibir tratamiento y ser atendidos en los hospitales. Su obra continuó hasta su fallecimiento, el día 11 de octubre de 1887.
Pero, el 11 de octubre no conmemoramos únicamente la labor de Santa María Soledad Torres Acosta, sino que el Santoral Católico debe ser completado con los nombres de otros santos y beatos, hombres y mujeres cuya vida y cuyas obras merecen la pena ser recordadas, por la significación que tuvieron para los cristianos del mundo.
El 11 de octubre es el día en que también se honra a San Felipe Apóstol, San Anastasio de Schemaris, San Bruno de Lotaringia, San Cánico de Irlanda, San Gaudencio o Radzim, San Gumaro de Lierre, San Juan XXIII papa, San Meinardo de Riga, San Pedro Le Tuy, San Santino de Verdún, San Sármata de Tebaida, Beato Ángel Ramos Velázquez, San Fermín de Uzés, Beato Jacobo de Ulma Griesinger y Beata María de Jesús d’Oultremont.