Nadie puede rechazar una buena lasaña. Ya sea en verano o en invierno, este plato es un verdadero manjar que nos preparaban nuestras abuelas los fines de semana en las comidas eviternas con nuestra familia. Carne picada, láminas de pasta y bechamel, como puede ser que algo tan sencillo sepa a gloria. Por ello, para hacerte vibrar y transportarte a tu infancia, te vamos a enseñar la receta de la abuela que, además, no engorda ni un gramo.
7SEXTO PASO: MONTAR LA LASAÑA
Llegados a ese punto, solo nos queda montar la lasaña. Para muchos, sobre todo aquellos que son más patosos en la cocina, este es el momento más complejo y en el que entran en pánico, pero montar la lasaña es un proceso muy sencillo. Consiste en añadir una capa de láminas, seguido de una de carne y así hasta que no tengamos ni carne ni láminas de lasaña. Para coronar, añadimos la bechamel y, si quieres, espolvoreamos queso rallado por encima.
