Nadie puede rechazar una buena lasaña. Ya sea en verano o en invierno, este plato es un verdadero manjar que nos preparaban nuestras abuelas los fines de semana en las comidas eviternas con nuestra familia. Carne picada, láminas de pasta y bechamel, como puede ser que algo tan sencillo sepa a gloria. Por ello, para hacerte vibrar y transportarte a tu infancia, te vamos a enseñar la receta de la abuela que, además, no engorda ni un gramo.
4TERCER PASO: CALENTAR LAS LÁMINAS DE LA LASAÑA
Cuando tengamos el relleno listo, es momento de empezar a preparar las láminas de nuestra lasaña. Para ello, cogemos una cazuela de tamaño medio con agua y la pasamos al fuego a temperatura media. Tenemos que dejar que se caliente hasta que llegue a punto de ebullición. Acto seguido, añadimos doce láminas de lasaña y echamos una pizca de sal al agua para que empiece a coger sabor la pasta. Es muy importante que las láminas no se pueden tocar entre ellas y que les demos 10 minutos de cocción.