Nadie puede rechazar una buena lasaña. Ya sea en verano o en invierno, este plato es un verdadero manjar que nos preparaban nuestras abuelas los fines de semana en las comidas eviternas con nuestra familia. Carne picada, láminas de pasta y bechamel, como puede ser que algo tan sencillo sepa a gloria. Por ello, para hacerte vibrar y transportarte a tu infancia, te vamos a enseñar la receta de la abuela que, además, no engorda ni un gramo.
3SEGUNDO PASO: AÑADIR LA CARNE PICADA
Pasado los diez minutos, añadimos 500 gramos de carne picada, parte fundamental del relleno de la lasaña. Dejamos que dore durante unos minutos o hasta que veamos que que los trozos de carne hayan cambiado de color. En ese preciso momento, añadimos el tomate triturado y sazonamos con sal, pimienta y orégano. Dejamos que el tomate reduzca a la mitad y añadimos una generosas cantidad de vino blanco. Volvemos a repetir el proceso hasta que la carne y los elementos líquidos se combinen entre ellos.