Especial 20 Aniversario

Colon irritable: estos son los síntomas más habituales

-

El síndrome de colon irritable, también conocido como síndrome de intestino irritable (SII) es una de esas enfermedades silenciosas que ha ido adquiriendo importancia en la sociedad durante los últimos años.

Se trata de un trastorno digestivo crónico y recurrente bastante común que produce en quien lo padece malestar intestinal, porque el intestino no funciona como debería funcionar, sus síntomas pueden llegar a incapacitar a las personas afectadas y desmejorar de manera significativa su calidad de vida, de hecho constituye actualmente un motivo frecuente de ausentismo laboral y hasta escolar, según datos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN)

Y es que aunque las causas de esta enfermedad todavía no están claras, los factores de riesgos asociados a su aparición que nos deben hacer reflexionar sobre el ritmo de vida que llevamos actualmente, ya que se ha comprobado que los problemas mentales como la ansiedad, la depresión e incluso el estrés, juegan un papel determinante en su aparición.

A continuación te contamos todo lo que debes saber sobre el síndrome de colon irritable, sus causas, sus síntomas y los últimos tratamientos.

7
La importancia de la dieta

La importancia de la dieta
La importancia de la dieta

Se ha demostrado que algunas personas diagnosticas con el síndrome de colon irritable, presentan cierta mejoría haciendo cambios en la dieta, en la frecuencia y en las cantidades. Por ejemplo, aumentar el número de comidas durante el día y las cantidades, de 5 a 6 comidas en lugar de 3 comidas al día. Esta práctica ayuda a reducir síntomas como la hinchazón e incremento de gases.

Otras personas sienten alivio de algunos síntomas restringiendo el consumo de ciertos alimentos como los carbohidratos, los edulcorantes artificiales, la fructosa y el azúcar en general, ya que las personas con síndrome de colon irritable no pueden digerir el azúcar ni la lactosa, por esta razón, con mucha frecuencia suelen confundirse los síntomas con los intolerancia a la lactosa. Se recomienda además mantener una dieta baja en grasas.