Los nuevos Presupuestos Generales del Estado están dando, como cada año, mucho que hablar y debatir: el gasto para cada partida, lo que se «come» las pensiones y los subsidios, si se han olvidado más o menos de los más necesitados, de la sanidad, la educación… Pero también se hila más fino para defenderlos o criticarlos en otras partidas «menores», como lo que cobran los cargos públicos, el Gobierno, el presidente Sánchez o la Casa Real.
Cuantitativamente es poco en comparación con el partida total del gastos del Estado, pero cualitativamente provoca enfrentamientos y polémicas al nivel de las pensiones, el gasto en partidas sociales o el derroche o no de las cuentas públicas. En este sentido, era lógico el «detalle» de la diferencia de trato presupuestario del Ejecutivo respecto a la Casa Real. Y es que, mientras los primeros se han subido el sueldo, la segunda tiene congelado su presupuesto, lo que equivale por la inflación a perder.
EL NUEVO SUELDO DE SÁNCHEZ, DEL GOBIERNO Y DE LOS MINISTROS
Veamos antes los beneficiados por los nuevos Presupuestos, que para empezar son los propios artífices, el Gobierno. El presidente, Pedro Sánchez, cobrará 90.000 euros (3.468 más que en 2022), las vicepresidentas 84.600 y los ministros, 79.415. Son subidas en la línea asignada a los funcionarios de cara a 2023. En cambio, el presupuesto de la Casa Real se mantiene en los 8,43 millones de euros. Para más inri, lleva congelado los últimos años.
Aunque las subidas por un lado parezcan insolidarias e insultantes, con la que está cayendo, y por otro la congelación de la Casa Real, por el mismo motivo, parezca una anécdota o casi una obligación, hay otra lectura. Y es que los políticos españoles, aunque parezca increíble, son de los peor pagados del mundo. Si se piensa bien, el sueldo de Pedro Sánchez, que dirige una de las 20 mayores economías del mundo y la cuarta de Europa, está al nivel de cualquier ejecutivo de empresa media o pequeña, o de cualquier cargo medio de una grande.
En cuanto a la Casa Real, las comparaciones en cuanto a gasto y patrimonio, comparadas con otras monarquías europeas, no digamos ya con la británica, son muy significativas y casi irrisorias. Sin ir más lejos, el patrimonio oficial declarado del Rey Felipe VI apenas superan los dos millones de euros, que puede parecer mucho pero es un patrimonio propio de cualquier persona de clase media-alta o de una persona que ha tenido un buen trabajo, con ahorros en una ciudad grande y que tenga dos pisos en propiedad, por ejemplo. En cambio, monarquías como la británica, tiene cientos de millones de libras en patrimonio propio, al margen de los miles de millones de la corona en el estado.
Comparemos también el gasto de la Casa Real española con otras monarquías e incluso repúblicas como la francesa o la italiana. Son menos de 9 millones de euros frente a los más de 100 en gastos de representación de la francesa o casi 200 de la italiana.
¿»VENGANZA» DE PEDRO SÁNCHEZ?
De cualquier forma, al margen de ese debate, Pedro Sánchez y el Gobierno mejorarán sus salarios, mientras que la Casa Real no. De todos es conocido la poca conexión del Ejecutivo con la Jefatura del Estado, no digamos ya los socios de gobierno: Unidas Podemos. Pero si quieren usar la argumentación de dar ejemplo a la ciudadanía de austeridad para ellos mismos, no casa la diferencia de criterio entre una partida y otra, a pesar de que aún así, con la inflación, en realidad no hay subida efectiva de poder adquisitivo.
Pero el Ejecutivo no es el único que se sube el sueldo. Hay subidas también para el Poder Judicial: en concreto un 4% para el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. Y atención al salario del presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, porque se acerca al doble de lo que cobra Pedro Sánchez: 151.186 euros, más las retribuciones extra que pueda recibir por antigüedad.
Los vocales permanentes del Consejo cobrarán 130.390 euros anuales, y el secretario general del órgano recibirá 127.385 euros. En cuanto al presidente del Tribunal Constitucional, su retribución es aún más alta, la mayor del Estado, de hecho: 167.169 euros. El vicepresidente del tribunal de garantías tendrá un sueldo de 157.133 euros y los presidentes de sección cobrarán 149.444.