No parece que Mike Flanagan le tenga miedo a muchas cosas. El director de ‘El club de la medianoche’ se ha convertido en el favorito de Netflix para el cine de terror a base de tomar riesgos, adaptando ‘La Maldición de Hill House’, una de las novelas de terror clásico estadounidense que ya se había llevado dos veces a la pantalla, la obra de romance gótico, ‘Una vuelta de tuerca’ en ‘La Maldición de Bly Manor y el libro de Stephen King ‘El juego de Gerald’ el director se ganó la confianza del gigante del streaming y hacer una secuela funcional de ‘El Resplandor’ de Kubrick con ‘Doctor Sueño’ debe haberlo ayudado.
Por eso, la plataforma ha confiado en él para ‘El club de la medianoche’ una adaptación de la novela homónima del norteamericano Christopher Pike. El libro contiene muchos de los temas típicos del cine de Flanangan: El terror sobrenatural como vía de escape de los miedos del mundo real, los fantasmas como tapa de la depresión y el uso inteligente de la violencia.
Pero esta vez hay una novedad. La edad de los protagonistas y la tragedia que los envuelve desde el inicio es más profunda que en muchas de sus historias, y aunque los personajes intentan llevarla con humor, el final es inevitable desde el principio.
EL CÁNCER ES EL PEOR ENEMIGO
A diferencia de las últimas casas embrujadas de Flanagan en el ‘Club de la Medianoche’ los jóvenes protagonistas son los que embrujan y le dan vida a Brightcliffe, un hogar para pacientes terminales menores de 20 años. La historia despega desde el diagnóstico de Ilonka que llega a la institución buscando alguna respuesta a su enfermedad. Esto la reúne con otros 7 pacientes que se juntan a escondidas a compartir historias de terror. Pero el club tiene otra regla: El primero que muera debe enviarle una señal a los demás para confirmar que hay vida después de la muerte.
Es un contraste interesante. Las historias de terror que se cuentan en el grupo, y que Flanagan lleva a la pantalla con su siempre confiable ojo para los sustos, terminan sintiéndose como un escape. Los asesinos en serie de las historias de Kevin o los tratos con el demonio que entrega Anya se sienten como realidades más fáciles de afrontar que la enfermedad de los protagonistas.
Esto no quiere decir que el director relegue los horrores sobrenaturales a las ficciones que comparte el club. Desde su llegada, Ilonka empieza a percibir fantasmas y descubrir los secretos de un antiguo culto que habitaba la casa antes de convertirla en un hospital. La joven se amarra a estos misterios mientras intenta evadirse de su complicada realidad.
Este es el punto en el que gira la nueva historia de Flanagan: El terror como forma de escapismo de los horrores de la realidad. Es un punto al que vuelve siempre en su ficción y que le ha permitido ganarse la confianza de Netflix mientras que la plataforma se deslastra de algunos grandes maestros y sus costosos proyectos.
FLANAGAN: DE LOS CONFIABLES DE NETFLIX
Lo cierto es que Mike Flanagan ha construido con Netflix una relación parecida a la que los directores de antaño tenían con los grandes estudios. El autor está trabajando en otros dos proyectos para el gigante del streaming: una adaptación de ‘La caida de la casa Usher’ de Edgar Allan Poe y una del comic ‘Something is Killing the Children’ de James Tynion IV (guionista frecuente de las historietas de Batman).
Lo cierto es que la colaboración entre el director ha sido bastante fructífera para ambas partes. Los medios han aplaudido sus obras de terror originales, en particular ‘Midnight Mass’ de 2021, su primera serie para la plataforma que no es una adaptación de un trabajo anterior, recibió la ovación de la crítica y fue de las más vistas de la plataforma el año pasado.
Probablemente, Flanagan se haya convertido en el colaborador más confiable de Netflix, siendo Ryan Murphy su única competencia real en la plataforma. Es que incluso con el gigante prescindiendo de otros directores de renombre como Martin Scorsese o Jane Campion parecen tener siempre un espacio para la macabra mente del autor.
En cualquier caso, ‘El club de la medianoche’ es una demostración más de la facilidad del autor para adaptar a la televisión o el cine la literatura de terror. Son 10 capítulos que además de espantar cuando están interesados, arrojan ideas interesantes sobre morir, sobre perder nuestro futuro y sobre lidiar con situaciones imposibles. La mayoría de nosotros pasa su juventud sin lidiar con nuestra mortalidad, Flanagan toma a sus personajes y les da un recordatorio permanente de ella. El terror no necesita más.