Crepes caseras: cómo hacerlos paso a paso para que queden perfectos

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Para ser precisos, hay que reconocer que existen muchas recetas en todas partes muy similares a las crepes, por mucho que reciban otros nombres. Es más, estas mismos son uno de los platos más versátiles que existen, tanto porque se pueden elaborar de muchas formas diferentes, como por lo variados que son sus acompañamientos, que van desde lo dulce hasta lo saludo.

En este artículo, no obstante, vamos a tratar la forma más sencilla de hacer unas crepes, de la manera más fiel a su receta original. Hay que tener que este plato tiene su origen en Francia allá por el siglo XIII, y que desde entonces se ha convertido en una de las propuestas galas más apreciadas y compartidas en todo el mundo. Son similares a lo que aquí se conoce como tortitas, pero no del todo igual. Con frecuencia se confunden, eso sí, y a ambas alternativas se les cambia el nombre.

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¿Qué diferencia existe entre las tortitas de toda la vida y unas crepes caseras?

Como comentábamos al principio del artículo, las tortitas y las crepes se parecen tanto que mucha gente confunde un plato con el otro, aunque en esencia no sean lo mismo. Lo primero que cambia es que las tortitas llevan levadura, lo cual provoca que su composición sea más esponjosa, y también más ancha.

Las crepes, por el contrario, son bastante más finas y planas, lo que las hace más fáciles de manipular. Igualmente se distinguen por poder comerse con más frecuenta con platos salados, si bien para eso es aconsejable usar menos azúcar, o eliminarla directamente de la receta.

 

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