Se da la paradoja de que estamos en la era de la información y con ello al mismo tiempo en la de la desinformación. Gracias a Internet tenemos todo el saber pasado y presente en tiempo real, pero hete aquí que en vez de usarlo para contrastar y adquirir mayor conocimiento, nos pasamos gran parte de nuestro tiempo creyendo bulos. Destacan las teorías conspiranoicas: algunas son más particulares y se refieren a una persona o un grupo; otras son tan genéricas, que afectan a todo el planeta o a la Humanidad. No hay que tomarlas a la ligera, porque hay más personas de las que imaginamos que creen ciegamente en ellas. Veamos las más curiosas y delirantes.
1LAS BIZARRAS TEORÍAS ACERCA DE NUESTRO PLANETA O DE LA LUNA
Comenzamos precisamente con lo más general, tanto, que afecta a todo el planeta o nuestro satélite. Las más extendidas teorías es que la Tierra o la Luna son huecas. Pero la que más seguidores tiene, sobre todo en Estados Unidos, es que nuestro planeta es plano, con lo que no sería planeta en realidad. De hecho, hoy en día hay más gente que cree en ello de lo que lo creían en la Antigüedad, proporcionalmente hablando.
Y es que, al margen de los irrefutables descubrimientos y experimentos sobre ello, ya los griegos del siglo VI a. C. sostenían que la Tierra era un globo. Pero no solo lo creyeron, sino que lo demostraron. Un tal Eratóstenes, sin necesidad de subirse a un cohete, con «simple» trigonometría. Ya ni hablamos de las millones de imágenes de satélites y cohetes. Pero eso no es argumento para los ‘terraplanistas’.
