Hace cientos de años de antigüedad que surgieron las artes marciales.
Hay quienes suelen creer que son solo habilidades de combate y que se usan a modo de defensa personal o ataque, pero la realidad es que el sistema Ving Tsun (o wing chun) permite mucho más que estos aspectos, como perfeccionar el conocimiento de uno mismo, aprendiendo a gestionar la mente y, sobre todo, las emociones a través de la experiencia marcial.
La vivencia en un sistema de kung-fu comprende mucho más allá de las herramientas de un sistema de lucha, es por ello que en la academia Moy Yat Ving Tsun de Inteligencia Marcial se ofrece un programa íntegro en la formación y práctica de este estilo de kung-fu.
El sistema Ving Tsun utilizado como herramienta de autoconocimiento
Durante años, la cultura china evolucionó los conocimientos en torno a las prácticas corporales de combate, hasta llegar a un proceso en que el máximo nivel es conquistar la victoria sin luchar. El sistema Ving Tsun se estructura en seis dominios o niveles, que permiten adquirir una mayor consciencia de uno mismo de manera progresiva. Por medio de sus diferentes etapas, las personas consiguen explorar sus capacidades físicas, mentales y emocionales. Este aspecto es el más relevante dentro del aprendizaje de las artes marcial tradicionales chinas; promoviendo no solo la capacidad de utilizar el arte para la defensa personal, sino también para poder desdoblar ese autoconocimiento en otros ámbitos de la vida cotidiana.
El Ving Tsun Kung Fu es un arte, ya que cada persona debe desenvolver sus propias capacidades corporales de expresión. Por esta razón, no existe una única forma de realizarlo, pero es importante conocer que, en cada movimiento, el alumno debe mostrar una expresión corporal eficiente, basada en movimientos sólidos que se enseñan en el proceso de aprendizaje.
Ving Tsun aplicado en la vida cotidiana
El sistema Ving Tsun (o wing chun) es una práctica marcial que promueve un aumento de la consciencia estratégica de cada persona y brinda un marco de experiencias que inciden directamente en la conducta del alumno. Entre los beneficios que ofrece, faculta el desarrollo de acciones consientes basadas en una mayor percepción estratégica, la cual se aplica a la resolución de conflictos y a las reacciones adecuadas ante alguna eventualidad. Además, la noción que emplea el kung-fu se encadena con el avance progresivo de la excelencia, por lo que beneficia la relación con terceros y con el entorno; también incide para mejorar las relaciones laborales y las actividades diarias.
Con todas estas ventajas, la Moy Yat Ving Tsun Europe ofrece el aprender este legado de sabiduría marcial que, además de habilidades motoras, abarca un proceso de transformación humana. Para conocer más sobre cómo aprender y practicar, se puede consultar la página web, donde se ofrece información del programa de acceso al Sistema Ving Tsun, así como detalles de las clases disponibles en Madrid y Barcelona.